En cualquier alteración o enfermedad, ya sea aguda o crónica, la utilización de las vitaminas y los minerales juegan un papel esencial.
Algunos casos generales pueden ser: usar la vitamina C para prevenir el resfriado común, para activar nuestro sistema inmune frente a los virus, activar la síntesis de colágeno tan importante para nuestra piel y huesos.
En la depresión y la ansiedad juegan un papel importante, ciertas vitaminas nos controlan y ayudan en estos casos. Son las precursoras de la dopamina que son un calmante natural del cerebro.
Las utilizamos para prevenir accidentes vasculares como la trombosis, alteraciones como la psoriasis, las enfermedades autoinmunes, problemas renales, problemas cardíacos, prevención de las cataratas, salud pulmonar en asmáticos, fumadores, cánceres.
Solo hemos expuesto unos pocos casos donde con una estrecha vigilancia de nuestros niveles de micronutrientes en el organismo se puede intervenir de forma directa sobre la enfermedad y de forma saludable. La nutrición puede ser la causa del problema o la solución a los mismos.