El papel de la nutrición en el fortalecimiento del sistema inmunológico
En la entrada al blog de hoy, quiero hablaros sobre la alimentación relacionada con el sistema inmunológico.
Nuestro sistema de defensas es amplio y complejo. La piel es la primera barrera frente a los patógenos. Tener en cuenta que en nuestro organismo viven tantas bacterias como células tenemos en todo nuestro organismo, es decir, «millones». Que este sistema de «microbiota» esté equilibrado y viva en armonía se conoce como «simbiosis«.
A través de las mucosas (ojos, nariz, boca), estamos en contacto con el exterior. Es importante considerar que lo que respiramos por nariz y boca está en contacto con nuestra sangre a través del intercambio gaseoso. Por lo tanto, debemos evitar ambientes contaminados, humos y tóxicos.
En lo que se refiere a nutrición, o mejor dicho, a los nutrientes que desempeñan un papel en nuestro sistema de defensas, lo primero que debemos tener presente es que nuestra dieta satisfaga nuestras necesidades calóricas y no comprometa el sistema de defensas.
Las grasas poliinsaturadas (omega 3, omega 6 y omega 9) son precursores y moduladores en los procesos de inflamación y regulación de las interleucinas y los TNF alfa.
Cuando sufrimos inflamación crónica de bajo grado (sobrepeso, lupus, artritis reumatoide, síndrome metabólico, etc.), tenemos alterado el núcleo de nuestras células inmunológicas. Es decir, estas células empiezan a funcionar mal y a atacar nuestro organismo. Nuestro sistema de defensas se vuelve errático y empieza a ser la causa del problema.
Por lo tanto, para proteger y ayudar a nuestro sistema de defensas, cuestiones importantes a tener en cuenta son:
- Dormir bien y de manera regular.
- Reducir el estrés o manejarlo mediante la actividad física, la meditación o actividades similares. (Tener en cuenta que con el estrés se desregula nuestro organismo mediante el cortisol, la adrenalina, aumento de la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea, etc).
- Alimentarse de manera variada y equilibrada, es decir, seguir una dieta rica en nutrientes.
- Exponernos al sol diariamente evitando quemarnos.
- Reducir tóxicos (tabaco, alcohol, contaminantes).
- Practicar actividad física de manera regular.
Nutrientes relacionados con el buen funcionamiento inmunológico:
- La vitamina C (presente en cítricos, tomates, pimientos, hojas verdes, etc.).
- Vitaminas del grupo B importantes en el sistema energético (es necesario tener en cuenta que el sistema de defensas necesita energía).
- Minerales como el zinc, el selenio y el cobre, que están relacionados con la expresión genética de nuestros leucocitos.
- La vitamina D es fundamental en la inmunología y en la prevención del deterioro cognitivo. Existen receptores de vitamina D por todo el organismo. En un país tan soleado como España, es una paradoja que tengamos niveles elevados debido al déficit de vitamina D. Esto se debe a la protección solar, la ropa y el ocio en interiores.
Al final, para mejorar nuestro sistema de defensas, debemos abordarlo desde diferentes áreas, como podéis ver. Es importante tener un organismo competente para prevenir enfermedades. Todo en nuestro cuerpo está relacionado.
Si deseas saber más sobre cómo mejorar tu sistema inmunológico y mantener una dieta equilibrada, ¡estoy aquí para ayudarte! No dudes en contactarme, fortalecezcamos tu salud y bienestar. ¡Apúntate al plan que cuida de tu salud!
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