ALIMENTACIÓN INFANTIL Y ADOLESCENTE
En la entrada al blog de hoy quiero dejaros unos consejos sobre alimentación infantil y adolescente.
Como sabéis los requerimientos nutricionales van cambiando según la etapa de la vida que se atraviese (infancia, adolescencia, edad adulta, embarazo, etc.) y también, se adapta a según que patología se puedan sufrir (inflación, pulmonar, vascular) es muy interesante saber que requerimientos nutricionales se necesita según el momento en el que nos encontremos.
En la infancia se debe prestar especial atención al desarrollo y en concreto, a ciertos micronutrientes como: el zinc, el selenio y las vitaminas, entre otros; que son algunos de los precursores para el desarrollo.
Quiero hacer énfasis en la importancia de llegar a cubrir las necesidades calóricas de los más pequeños. Se ha de tener en cuenta su gasto metabólico basal (las calorías que necesita el cuerpo para llevar a cabo sus funciones vitales), su crecimiento, su actividad intelectual y su actividad física, tanto escolar como recreativa.
Es muy frecuente detectar en las consultas de nutrición carencias en este sentido.
Algunos consejos prácticos para el aporte calórico pueden ser:
- Meriendas a base de lácteos enteros (siempre que no haya sobre peso) tipo batidos con fruta y leche, bocadillos con pan integral y semillas y una fuente de proteína saludable (sin grasas ni exceso de sal),
- En las comidas y las cenas es importante que ingieran hidratos de carbono (patata cocida, arroz, maíz). Los frutos secos son fundamentales por el tipo de grasas poliinsaturadas saludables que contienen y el contenido en micronutrientes (minerales).
Todo esto debe ir acompañado de verduras, frutas y hortalizas. Es necesario crear un menú dónde consuman verdura y hortaliza sin que les sacie (tipo purés o cremas) acompañado de su ración de hidrato de carbono y proteína.
Evitar los dulces, las meriendas basadas en bollería, galletas, zumos de bote, etc. Al final, lo natural es más nutritivo, engorda menos y nos lleva por el camino de la salud.
Muy a menudo observamos que los adolescentes que quieren aumentar su porcentaje muscular ingieren demasiadas proteínas bien en forma de batido en polvo o bien en alimentos hiperproteicos de la industria, cuando no llegan a las calorías que gastan.
Cuando nuestro gasto por actividad física es elevado y no cubrimos con calorías, lo que se produce es que el músculo pasa a ser sustrato del hígado para obtener la glucosa vital que se necesita.
Por lo tanto, se debe pautar una dieta adaptada a la edad, el peso, el porcentaje de grasa corporal y la actividad física diaria (esto incluye a niños con sobre peso, sin descuidar sus nutrientes esenciales).
Recordar que los profesionales de la salud, como somos los nutricionistas, estamos para asesorar y guiar de forma individualizada.
Apúntate al plan que cuida de tu salud
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