EJERCICIO FÍSICO EN LA ETAPA ADULTA
En la entrada al blog de hoy quiero hablaros del ejercicio físico y su relación con la longevidad.
Realizar ejercicio físico de manera regular a lo largo de nuestra vida conlleva efectos protectores frente a la enfermedad tanto física como psicológica.
Nuestro sistema inmunitario es un excelente indicador del estado de salud del individuo y por lo tanto, es un buen predictor de la longevidad.
Es interesante practicar ejercicio desde la infancia, la juventud, la madurez y en la etapa mayor. De esta forma mantendremos de manera óptima nuestras funciones corporales promocionando un envejecimiento cualitativamente superior y la posibilidad de vivir más años.
Si la práctica de ejercicio se realiza también en el periodo de involución se conseguirá un envejecimiento de mayor calidad, es decir, con una mejor calidad de vida.
En el envejecimiento según indican las estadísticas las patologías más habituales son: Hipertensión arterial, Cardiopatías, Diabetes Mellitus, Reumatismos, Osteoporosis.
Todas estas enfermedades tienen una relación con nuestro estilo de vida y se pueden prevenir e incluso manejar interviniendo desde la actividad física. El 85% de las personas mayores padecen algún tipo de patología.
Realizar actividad física en la etapa mayor supone una satisfacción al sentirse ocupado y realizar alguna actividad útil. Realizar actividad en esta edad de manera regular y estructurada incide sobre tres áreas de nuestro organismo: el aparato locomotor, el sistema cardiovascular y el área psicológica.
- En el aparato locomotor impide la atrofia muscular favoreciendo la movilidad articular.
- En el sistema cardiovascular aumenta la capacidad cardiocirculatoria y respiratoria aumentado el riego sanguíneo y el metabolismo.
- En el área psicológica nos mantiene útiles y ocupados, aumenta la oxigenación del cerebro, produciendo endorfinas.
De esta manera, a través de la actividad física, facilitamos que el envejecimiento sea de mayor calidad, se reduce el riesgo de muerte prematura y aumentamos la esperanza de vida.
No olvidemos que con la práctica de ejercicio físico se reduce la necesidad de consumir fármacos.
Es importante para crear adherencia, es decir, que la actividad que realicemos sea de nuestro agrado y nos divierta.
Para terminar quiero comentaros que las organizaciones y los protocolos indican que la actividad mínima que deben realizar los adultos y los mayores es de 150 minutos a la semana. Esta actividad física debe ser de moderada a vigorosa. Mientras que los más pequeños y escolares deben realizar 60 minutos de actividad vigorosa diaria.
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