NUTRICIÓN EN LA LACTANCIA
La duración de la gestación, el peso de la madre antes del embarazo y el aumento del peso de la madre durante la gestación determinan el peso del lactante al nacer. Después del parto, el crecimiento de un lactante depende de la genética y de los alimentos.
La dieta del bebé en su desarrollo es clave, se tienen que tener en cuenta la energía total y los nutrientes necesarios para un correcto desarrollo.
La energía necesaria del lactante al nacer, se cuantifica por su actividad física, las necesidades de su metabolismo basal y la interacción de los nutrientes consumidos. Un método eficaz para determinar si la ingesta calórica del lactante es adecuada consiste en vigilar cuidadosamente su aumento de peso, su longitud y la relación de peso/longitud, según la edad. Este control no sólo es eficaz para cuantificar el estado nutricional del bebé sino que a través de él se pueden detectar enfermedades no detectadas.
La necesidades proteicas del bebé son mayores a las del adulto, las proteínas se necesitan para el recambio de sus tejidos, para trasportes metabólicos y la integridad del bebe. Se estima de 0 a 6 meses 1,52 gramos de proteína por kg/día y de 6 a 12 meses 1,2 gramos. El lactante necesita un porcentaje de aminoácidos mayor que en los adultos. El aminoácido Histidina es esencial en los bebés pero en los adultos, no. En bebés prematuros, la tirosina, cistina y taurina pueden llegar a ser “esenciales”.
Los hidratos de carbono en el bebé deberían suponer entre el 30 y el 60% de la ingestión calórica durante la lactancia, entre el 40% de la leche materna y el 40 – 50% de la fórmulas lácteas infantiles que proceden de la lactosa u otro hidratos de carbono.
Los requisitos en cuestiones de grasas (lípidos) para bebés menores de un año es como mínimo de 30 gramos de grasa cada día. Los ácidos grasos esenciales son el ácido linoleico y el ácido linolénico y sus derivados araquidónico y docosahexaenoico (DHA).
Los requisitos de agua de los lactantes dependen de la cantidad que pierden a través de la piel y los pulmones, en heces y orina, la cantidad recomendada de ingestión de agua para los lactantes es de 0,7 L/día hasta los 6 meses y de 0,8L7día entre 6 y 12 meses. Los bebés son más vulnerables a los desequilibrios hídricos por cuestiones renales.
Los lactantes de leche materna retienen aproximadamente dos tercios de su ingesta de calcio, la ingesta recomenda de calcio para estos bebés es de 200 mg día.
Las necesidades más importantes para los lactantes en cuestión de micronutrientes son: el cinc, el fluoruro, hierro, vitamina B12, vitamina D y la vitamina K, este tipo de vitaminas son de especial vigilancia.
Por lo tanto la alimentación de nuestro lactante es clave no sólo para su desarrollo físico y neurológico sino para preservarle la salud y evitar complicaciones y enfermedades.
Las mamás que alimentan a sus bebés con el pecho materno deben tener en cuenta que su estilo de vida y su alientación es importante que sea sana, variada y equilibrada pues él bebe se alimenta de ella. Evitar el tabaco y el alcohol y otro tipo de tóxicos, como ambientes contaminados y alimentos contaminados, es importante para el buen desarrollo de nuestro bebé.
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