DIETA DIVERTIDA PARA UNA NUTRICIÓN SANA
En cuestiones de alimentación asociamos a veces sano con sacrificio, alimentarse bien con aburrimiento.
Cada persona es diferentes en gustos y tendencias pero cierto es que con creatividad y recursos es muy fácil disfrutar de nuestra dieta y preservar la salud.
Quiero empezar este artículo haciendo referencia a las grasas y los azúcares que como ya sabéis tienen centros de recompensa en nuestro cerebro y producen dopamina y nos generan placer, por ello, estos alimentos son más adictivos que otros. Os invito a que paulatinamente los vayáis eliminando de vuestra dieta, pensar que para pasar del negro al blanco se pasa primero por el gris, quiero decir que los cambios se introducen poco a poco y de manera paulatina. Al final lo que sucede es que cada vez nos apetecen menos los dulces y las grasas y cuando los comemos no nos satisfacen tanto.
Existen productos y alimentos que tienen un buen valor biológico y son sanos e interesantes, citaré algunos ejemplos:
- el marisco y los crustáceos son ricos en minerales, omega 3 y es fuente de proteína
- pescados ya sean al horno, en papillote, marinados a la plancha son muy sabrosos y con proteínas de alto valor biológico y grasas saludables y esenciales
- carnes magras: pollo, pavo, ternera blanca, los animales proveniente de la caza son carnes magras y sabrosas
- hortalizas, verduras y frutas de verano para preparar macedonias,
- arroces y pastas integrales, cereales, productos lácteos.
Podría extenderme y seguir citando grupos de alimentos con los que preparar comidas divertidas, sanas y sabrosas. Con todos estos alimentos citados se aportan buenos valores nutritivos a nuestro organismo y se rema hacia la salud más que hacia las enfermedades metabólicas como sí reman los productos envasados, precocinados, harinas y azúcares refinados, grasas industriales, que lamentablemente llenan muchas neveras de nuestro país.
La industria tiene un gran interés económico y comercial y saben cómo vender y engancharnos con sus productos, no sólo para que los consumamos sino para que los consumamos cuantas más veces mejor.
Por lo tanto, comer de manera consciente es importante ya que muchas veces lo hacemos de manera mecánica, sin parar a pensar qué es lo que estamos comiendo o si nos interesa ese producto. Comemos compulsivamente sin saber si nos hace bien ese alimento y por qué lo comemos (por hábito, costumbre…) Parar a pensar sobre este tema unos segundos tiene una relación directa con la salud.
¡Recordar somos lo que comemos!
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