DIETA Y RETENCIÓN DE LÍQUIDOS
El volumen, la composición y la distribución de los líquidos corporales tienen profundos efectos sobre el funcionamiento celular.
En el momento del nacimiento nuestro porcentaje de agua varía entre el 75% y el 85% del peso total. En el adulto delgado supone entre el 60 y el 70%, el paciente obeso ronda el 45 y 55%.
El agua en nuestro organismo se encuentra dentro de nuestras células (2/3) y fuera de las células (1/3). La distribución del agua en nuestro organismo varía por distintas circunstancias pero la cantidad total de agua en el cuerpo se mantiene relativamente constante. Los cambios en la distribución del agua vienen producidos por:
- presiones internas (presión hidrostática)
- por difusión en nuestras células
- por transportes activos.
“La presión osmótica es directamente proporcional al número de partículas en solución, a esto se le conoce como la presión en la membrana celular”.
¿En qué se traduce esto?. Los minerales más predominantes son el sodio (sal) y el potasio, el sodio es el principal mineral fuera de la célula, es decir extracelular y el potasio actúa dentro de la célula, por tanto si dos terceras partes de agua deben estar dentro de la célula y una parte fuera, el equilibrio entre estos minerales es determinante. Es aquí donde nuestra alimentación tiene una relación directa con la retención de líquidos.
En consulta vemos muchos pacientes que creen que tienen un problema de sobrepeso y se sorprenden al saber que lo que les sucede es un problema de retención de líquidos.
Es importante hacer referencia a las proteínas, las proteínas que están disueltas por el plasma y en los espacios intersticiales también influyen en este equilibrio de presiones.
Por lo tanto, en las retenciones de líquidos existen diversas y diferentes causas que lo provocan, pero la nutrición y nuestra forma de alimentarnos juegan un papel importante.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir