Vuelta a los hábitos saludables o ¿cómo corregir los excesos navideños?
En la entrada de hoy quiero hacer referencia a la necesidad de volver a los hábitos saludables tras los excesos navideños.
Las personas tenemos por costumbre social celebrar (bien sean cumpleaños, navidades, éxitos o cualquier otro tipo de celebración) en compañía y frente a la comida y la bebida, siendo concebido por todos como una manera de disfrutar y socializar.
Si dichas celebraciones se producen de forma esporádica y generalmente tenemos unos hábitos saludables, no deberíamos tener ninguna complicación en nuestra salud.
El problema sucede cuando cumplimos años y nuestra salud se ve deteriorada por los excesos. Nos volvemos más sedentarios, ganamos peso, aparece alguna alteración como la hipertensión, padecemos enfermedades que afectan a las capacidades físicas y psíquicas, etc. Y seguimos con nuestra vida sin prestar mayor atención a estos síntomas que el cuerpo nos manda.
Una manera de remar en la dirección de la salud es realizar actividad física de forma regular.
Siguiendo las recomendaciones que la OMS pauta sobre unos hábitos saludables, una persona adulta debe realizar al menos 150 minutos de actividad física a la semana, de forma moderada a intensa.
El mejor consejo que os puedo dar para que implantéis dicho hábito, es que realicéis una actividad física que os agrade, que os suponga una diversión. De esta forma podréis generar una adherencia y no os costará incluirlo en vuestra rutina como un hábito.
Entre los ejercicios que podéis realizar os recomiendo dos modalidades:
- El ejercicio cardiovascular, ya que tiene muchos beneficios relacionados con el «antienvejecimiento» o dicho de otra manera, retrasa los síntomas de este.
- El ejercicio de fuerza por sus diferentes beneficios respecto a la mejora de la salud cardiaca, composición del cuerpo y la densidad mineral de los huesos, así como la reducción de los niveles de colesterol.
Lo ideal sería que en vuestra rutina alternarais la práctica de ambos.
Los beneficios del ejercicio físico se incrementan cuando la respiración se vuelve irregular y nos cuesta mantener una conversación, es ahí donde se dispara el gasto de calorías y se obtienen beneficios fisiológicos.
Por último, me gustaría recordaros una vez más, lo importante que es no caer en el error de hacer «dietas milagro» ni alimentaciones excesivamente restrictivas, ya que estas comprometen el metabolismo del cuerpo y suponen un estrés añadido.
Si tras las celebraciones hemos ganado algún que otro kilo, la mejor forma para perderlo, es la combinación entre: una alimentación equilibrada, variada y natural, controlando ingerir las calorías justas, unida a una práctica frecuente de ejercicio físico.
Déjame todas tus dudas en comentarios y si quieres apuntarte al plan que cuida de tu salud ¡te espero en consulta!
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