Alimentación individualizada como base del bienestar
En la entrada al blog de hoy, quiero hacer referencia a la alimentación según nuestras necesidades y situación personal.
Como ya sabemos, no todas las personas tenemos el mismo gasto energético ni requerimiento nutricional, tampoco atravesamos la misma etapa de la vida (edad, sexo, embarazo, menopausia, adolescencia, etc.).
Desde el punto de vista analítico, cuando nos sometemos a un control médico o una revisión con análisis bioquímicos, es importante interpretar los resultados y asociarlos según el tipo de paciente (deportista, adulto mayor, sexo). Hay que tener en cuenta en los resultados que lo normal no siempre significa lo “óptimo”.
El papel del nutricionista, es investigar y averiguar cómo los nutrientes intervienen en los procesos metabólicos. Detectar según el tipo de dieta que se lleva a cabo que consecuencias se producen y por supuesto prevenir enfermedades. Somos lo que comemos y lo que nuestro intestino absorbe y el estilo de vida generalmente modula nuestra salud o enfermedad.
El organismo lleva a cabo infinidad de procesos bioquímicos complejos, está en constante remodelado celular, desde nuestros huesos a nuestros músculos pasando por todas y cada una de nuestras células de nuestro cuerpo, el organismo necesita de “nutrientes” para llevar a cabo esas funciones.
Es importante destacar el papel de la prevención nutricional en la salud vascular general, oncológica y sistémica.
En último lugar, quiero hacer hincapié en un control regular analítico para detectar posibles cambios significativos en nuestras analíticas basales, mantener un normopeso libre de resistencia a la insulina he hiperinsulinemia. Fomentar el estilo de vida activo y evitar el sedentarismo conseguirá que tengamos un organismo más eficiente, sano y activo.
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