LA ESTRECHA RELACIÓN ENTRE LA NUTRICIÓN Y EL SISTEMA INMUNITARIO
La relación entre inmunidad y nutrición es conocida desde hace mucho tiempo, el sistema inmunológico es un sistema muy complejo que necesita un correcto estado nutricional.
El sistema inmunitario es muy sensible a los cambios ambientales y la dieta es uno de los mayores cambios que se puede producir; el campo de conocimiento entre dieta y sistema inmunológico se conoce como “nutriepigénetica”.
Hoy en día se sabe que la nutrición materna (lactancia) destaca en la prevención del desarrollo creciente de enfermedades autoinmunes, (en la actualidad afecta al 40% de la población).
El organismo dispone de mecanismos de defensa contra los agentes infecciosos; la primera línea de defensa se constituye por las barreras fisicoquímicas (piel y mucosas) y la segunda por el sistema linfoide (se localiza en la médula ósea, el timo, bazo y ganglios linfáticos).
La microbiota intestinal (bacterias de nuestro tubo digestivo) contribuye al desarrollo del sistema inmunitario de la mucosa intestinal, el 75% de las células productoras de inmunoglobulinas se localizan en la mucosa intestinal.
Tener una flora intestinal bacteria en equilibrio (simbiosis) es importante por cuestiones inmunológicas, cuando existe desequilibrio (disbiosis) el intestino aumenta su permeabilidad y por lo tanto atraviesan la pared del intestino bacterias y sustancias que no debían entrar y que, a través del torrente sanguíneo, la linfa y demás mecanismos, se extienden por todo el cuerpo y, por este motivo, las sensibilidades alimentarias, sus manifestaciones y malestares son generales y no locales.
Ciertos macronutrientes y micronutrientes tiene una relación directa con la inmunología:
Estudios experimentales han demostrado que el calcitriol (vitamina D) tiene un efecto modulador sobre el sistema inmunitario específico a través de varios mecanismos. La vitamina C y los carotenoides (vitamina A: pigmentos de las frutas y hortalizas) son importantes antioxidantes, tener buenos niveles de vitaminas del grupo B es importante en cuestiones inmunológicas, el hierro, el cobre y el cinc participan en numerosas reacciones enzimáticas involucradas en la inmunología.
Por lo tanto nuestros planes nutricionales conocidos como dietas, deben ser variadas y equilibradas. Elegir productos frescos y de calidad no sólo es una cuestión de gusto gastronómico sino una cuestión de salud. Evitar la comida rápida (basura), comida precocinada. Es importante vigilar nuestro consumo de fibra (cereales integrales, frutas lavadas y con piel, etc.). Nuestra salud intestinal tiene una relación directa con nuestra alimentación.