Relación nutricional y hábitos en nuestra calidad de sueño
En esta entrada al blog de hoy quiero hablaros de la calidad de sueño y su relación con nuestro estilo de vida y alimentación.
Quiero comenzar haciendo referencia a la existencia de una gran parte de la población con problemas de descanso.
Acostarnos viendo la televisión, el teléfono móvil, tabletas, etc., suponen un estímulo luminoso que reduce la normal producción de melatonina en nuestro cerebro.
Los ronquidos y las apneas de sueño son síntomas de mal descanso, incluido para el cónyuge.
Es importante tener en cuenta los estimulantes tomados durante el día, estos también influyen en nuestra calidad de descanso, al final el organismo tiene que estar equilibrado en sus sistemas nerviosos como lo es el simpático y el parasimpático.
Está demostrado que un mal descanso o falta de sueño reparador influyen en nuestro sistema endocrino. La falta de sueño modifica la cantidad, composición y la distribución de la ingesta de alimentos, esto puede estar implicado en la epidemia actual de obesidad.
Esto realmente es un problema sanitario, los especialistas afirman que un buen descanso es una de las actividades más antiinflamatorias.
Durante estados de estrés elevado se libera cortisol, esto estimula la producción de insulina para mantener los niveles de glucemia en la respuesta a “lucha o huida”. Como consecuencia se produce un aumento del apetito, por este mecanismo personas con estrés crónico pueden tener alterado su apetito y favorecer el sobrepeso.
Los problemas de trastorno de sueño, pueden incrementar el riesgo de enfermedades como la hipertensión, cardiopatías, depresión y diabetes, la falta de sueño puede añadir estrés e inflamación a unas vidas ya de por si frenéticas. Nuestro estado de ánimo se ve alterado, tenemos menor capacidad parar afrontar el estrés, nos afecta el equilibrio normal hormonal y nuestro sistema inmunitario.
En resumen, la alimentación tiene un papel fundamental en la calidad del sueño, y viceversa. Mantener una buena higiene del sueño y un patrón alimentario adecuado, en especial en las horas anteriores a irse a la cama, son factores que repercuten en nuestro estado de salud.
Para terminar quiero poner de manifiesto la importancia de una alimentación sana y rica en nutrientes, hay que tener en cuenta una cuestión y es que en las miles de reacciones bioquímicas que se generan en nuestro organismo al cabo del día necesita sustratos y nutrientes para poder realizarlas con normalidad.
Por citar algún ejemplo, quiero deciros que la serotonina (calmante natural en nuestro cerebro) se produce a través del triptófano (es un aminoácido) y el Piridoxal (vitamina B6) sin estos dos micronutrientes el organismo es incapaz de producir la serotonina. Este ejemplo es extrapolable a las demás reacciones que se producen en nuestro organismo.
Por lo tanto, alimentarse de forma natural evitando la comida precocinada rica en calorías y baja en nutrientes, es una manera de empezar a cuidar nuestro descanso.
El alcohol también se encuentra relacionado con un mal descanso y es depresor de nuestro sistema nervioso.
Es importante reducir problemas psicológicos derivados del estrés y de la vida cotidiana, prácticas como la meditación, el ejercicio físico o incluso la terapia psicológica, ayudan a un normal funcionamiento de nuestro sistema.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir