NUTRICIÓN Y SALUD PULMONAR

En la entrada del blog de hoy quiero hablaros del sistema respiratorio, este va desde la nariz, faringe, laringe, tráquea, bronquios, bronquiolos, conductos alveolares y alveolos.

Al final, como en todos nuestros sistemas, la nutrición juega un papel esencial en la normal función, la prevención de enfermedad e incluso como tratamiento cuando esta se produce.

En lo que a las vías respiratorias se refiere la alimentación influye en la estructura, elasticidad, función muscular y mecanismos de defensa inmunitaria pulmonar.

La deficiencia de proteínas y de hierro causa niveles bajos de hemoglobina, esto a su vez reduce la capacidad trasportadora de oxígeno a la sangre.

A nivel mineral, deficiencias de calcio, magnesio, fósforo y potasio comprometen la función muscular respiratoria a nivel celular.

Es importante entender que los sistemas y mecanismos corporales, son de una gran complejidad. La normal función se lleva a cabo a través de los nutrientes, ya sean proteínas o minerales en este caso.

En las enfermedades como el asma es importante modular la ingestas de antioxidantes, pues estos influyen en la severidad y progresión del asma. Antioxidantes relacionados son los betacarotenos, el selenio, los omega 3, el cinc y la vitamina C, todos micronutrientes con función antioxidante modulan e intervienen en el asma.

Enfermedades como el cáncer de pulmón donde es habitual que los pacientes sufran una pérdida de peso progresiva con cambios en la composición corporal, esto hace que la malnutrición altere la contractilidad de los músculos respiratorios, esto hace que se vea afectada la mecánica de la respiración.

En el cáncer de pulmón es importante prevenir la pérdida de peso (caquexia o anorexia) que son términos diferentes pero tienen como denominador común la pérdida de peso que se relaciona con un aumento de la mortalidad o mal pronóstico.

El tratamiento nutricional médico en estos casos persigue evaluar el ritmo y la severidad del adelgazamiento, tratar la anorexia como lo es la saciedad precoz, tratar las náuseas, vómitos, estreñimiento, dolor, evaluar los estimulantes del apetito como el “acetato de megestrol” y “dexametasona”. En casos necesarios dar apoyo nutricional enteral o parenteral.

La Neumonía es la inflamación de los pulmones que produce dolor en el tórax, fiebre, tos y disnea (dificultad para respirar). El tratamiento nutricional médico va encaminado a optimizar la higiene oral, utilizar la «naloxona” que sirve para la motilidad intestinal, minimizar el uso de sedantes, elevar la cabecera de la cama a 45º.

Al final en las enfermedades o en la salud pulmonar se pueden seguir pautas o estrategias nutricionales que nos ayudarán a preservar la salud o en caso de enfermedad a paliar y mejorar la progresión de la enfermedad.

¡No nos olvidemos que somos lo que comemos!

ARTROSIS

En la entrada al blog de hoy quiero hablaros de un problema articular bastante común llamado artrosis o también conocida como enfermedad articular degenerativa.

Esta enfermedad consiste en la pérdida de cartílago de la articulación que soporta el peso, este cartílago permite en circunstancias normales que el hueso se deslice suavemente uno sobre otro. Su pérdida puede producir rigidez, dolor, tumefacción, pérdida del movimiento y cambios en la morfología de la articulación.

Las causas más comunes de sufrir artrosis son la obesidad, el envejecimiento, lesiones por impacto de cargas o por uso repetitivo o alteraciones congénitas y mecánicas de la articulación.

El problema de sufrir artrosis en alguna articulación (cadera, rodilla, manos, etc.). Conlleva asociada inactividad física en principio, pero está ampliamente demostrado que ejercicios pautados de manera correcta no solo protegen la articulación con artrosis sino que mejoran su funcionalidad, a través de un buen tono muscular, manteniendo un normopeso y un rango de movilidad amplio.

Al final, cuanta más inmovilidad se producirá más atrofia articular a nivel general.

A nivel nutricional es importante destacar que ciertos nutrientes son aliados en esta patología; poner en marcha una dieta antinflamatoria, aumentar la ingesta a de ácidos grasos poliinsaturados omega 3, tener normalizados los niveles de calcio y vitamina D, una dieta equilibrada en kilocalorías apropiadas para perder peso o mantener un peso adecuado y considerar el suplemento de glucosamina y condroitina como regenerador articular.

Por lo tanto, cuando la artrosis aparece en nuestra vida en alguna de nuestras articulaciones, a través de nuestro estilo de vida podemos frenar su evolución e incluso mejorar su pronóstico.

PREVENCIÓN DEL CÁNCER BASADO EN LA NUTRICIÓN

Hoy quiero hablaros de un tema relacionado con la nutrición y el cáncer.

El cáncer, como todos sabéis, es el crecimiento anormal y descontrolado de las células, los procesos tumorales pueden tardar años e incluso décadas en aparecer donde el componente genético va cambiando.

Aunque existe una predisposición genética, el estilo de vida y la nutrición juegan un papel importante.

Con relación a la prevención quiero hablaros de unos aspectos que son importantes como el ejercicio físico, tener unos niveles de grasa corporal normal, identificar los tóxicos y comer alimentos aliados en este campo.

Existe una evidencia científica y sólida que relaciona el sobrepeso o el exceso de grasa con el aumento del riesgo de sufrir diferentes tipos de cáncer.

Como sabéis la actividad física nos ayuda a mantener unos niveles normales en la composición de la grasa corporal, estimula el sistema inmunológico y tiene efectos protectores y preventivos en esta enfermedad.

En lo referente a los tóxicos es importante saber que cocinar a altas temperaturas genera aminas heterocíclicas que son cancerígenas, como sucede en las barbacoas o en las carnes churruscadas, es importante evitar la acrilamida que aparece en los hidratos de carbono tostados (patatas, pan, etc.). El etanol, que es el compuesto principal de las bebidas alcohólicas, es un agente carcinógeno, obviamente el tabaco, el humo y los medioambientes contaminados.

En el lado opuesto tenemos alimentos que ayudan a regenerar nuestro cuerpo, que tienen capacidad antioxidante, que reducen y reparan nuestro ADN dañado, vamos a citar algunos de ellos y sus características:

  • La fibra dietética además de prevenir efectos cardiovasculares tiene efectos beneficiosos frente a la prevención del cáncer. Modifica el volumen y la viscosidad de las heces pues favorece el tránsito intestinal reduciendo el tiempo de contacto entre la mucosa intestinal y posibles agentes carcinógenos. La fermentación en el intestino gracias a las fibras es saludable en la prevención, uno de los productos de esta fermentación son los ácidos grasos de cadena corta que tienen efecto beneficioso preventivo frente al cáncer de colon pues estimula la correcta diferenciación celular, estabiliza el pH intestinal, inhibe el crecimiento celular anormal y promueve la apoptosis de las células cancerosas.

 

  • Frutas y hortalizas Contienen vitaminas, minerales, fibra y unos compuestos bioactivos conocidos como “fitoquímicos” que han demostrado reducir el riesgo de sufrir esta enfermedad. Actúan como antioxidantes previniendo el daño oxidativo de las células y el material genético. Algunos compuestos tienen propiedades antitumorales como los glucosinalatos que inducen la fase II de enzimas responsables en la reparación del ADN y eliminar las ROS. Alimentos ricos en glucosinalatos son las crucíferas (rúcula, brócoli, coliflor, etc.). Los flavonoides, las antocianinas, son agentes protectores por diferentes vías metabólicas, las recomendaciones en este sentido es consumir al menos cinco raciones diarias de frutas y hortalizas (más de 400 gramos/día) de diferentes colores, rojo, verde, amarillo, morado, blanco y naranja.

 

  • Leche y productos lácteos son productos que contienen aminoácidos esenciales además de vitaminas y minerales. El CLA (ácido linoleico conjugado) es un AGP (ácido graso poliinsaturado) que ha probado su eficacia como anticancerígeno en múltiples estadíos inhibiendo la tumorogénesis de neoplasias de piel, mama o esófago. En este sentido se recomienda consumir entre 2 y 4 raciones diarias de lácteos según edad y situación fisiológica.

 

  • Carnes y derivados cárnicos El consumo elevado de carne roja tiene una relación con la producción de nitrosaminas en nuestro tubo digestivo (sustancias cancerígenas), por lo tanto se recomienda reducir el consumo de carne roja y evitar las carnes procesadas en este sentido.

 

  • El aceite de oliva ha demostrado inhibir el desarrollo de cáncer al inducir la apoptosis (muerte celular) de las células cancerosas en el intestino grueso, entre las propiedades antitumorales destaca el tirosol y el hidroxitirosol que disminuyen los procesos cancerígenos.

 

Por lo tanto incluir hortalizas y frutas en nuestra dieta habitual tiene efecto positivo para nuestra salud. Variar y equilibrar la alimentación es importante, huir de los productos elaborados y procesados y remplazarlos por frescos y naturales parece ser la estrategia más apropiada cuando priorizamos la salud y el bienestar.

 

BENEFICIOS DEL EJERCICIO FÍSICO EN LA SALUD

En la entrada del blog de hoy quiero desglosaros algunos de los efectos beneficiosos que tiene el ejercicio físico en nuestra salud, tanto física como mental. De todos es sabido que la práctica de actividad física es beneficiosa, vamos a  matizar y cuantificar estos efectos.

Cuando el ejercicio se practica de manera regular se trasforma en una herramienta preventiva de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, algunos tipos de cáncer… y cuando atravesamos una enfermedad mejora el pronóstico de la misma.

La práctica de ejercicio habitual promueve beneficios sobre la respuesta inflamatoria celular, mejora nuestra función inmune, mejora la síntesis de proteínas, al final todo esto se traduce en una mejora general sobre la condición física y la calidad de vida.

Incorporar la actividad física a nuestro estilo de vida nos aporta beneficios a todos los niveles, reduce la depresión, disminuye  el estrés y la ansiedad, potencia la plasticidad cerebral, fortalece los músculos, articulaciones y huesos, previene problemas respiratorios, regula la expresión de los genes que afecta a todo nuestro organismo, reduce el sobrepeso, etc.

Por lo tanto podemos concluir que muchas enfermedades se previenen desde el estilo de vida, nuestros hábitos orientan nuestra salud, la OMS (organización mundial de la salud) recomienda ciento cincuenta minutos de actividad modera a la semana para los adultos y sesenta minutos de actividad moderada a intensa a los niños diariamente.

La práctica regular de ejercicio genera unas capacidades de adaptación, esto significa que cada vez somos capaces de realizar cargas de ejercicio más grandes y, por lo tanto, mayores beneficios para nosotros.

Este estilo de vida junto con una alimentación saludable deberían ser los pilares básicos para todos nosotros.

Cuanta más actividad física se realiza y cuidamos nuestra alimentación de una manera saludable y natural necesitamos ir menos veces al médico y consumir menos fármacos.

“la genética carga el arma, pero el estilo de vida tira del gatillo”.

ESTILO DE VIDA Y NUESTRO INTESTINO

Problemas intestinales relacionados con nuestro estilo de vida

Hoy quiero hablaros de la relación e influencia que tiene, tanto nuestro estado mental como nuestro estilo de vida, en el funcionamiento del tubo digestivo.

Hace varias décadas se consideraba que la función del intestino solamente estaba relacionada con el proceso de la nutrición, sin embargo se ha demostrado que también interviene en la respuesta inmune y en la inflamación sistémica del individuo.

Es importante comprender que nuestra mente tiene la capacidad de realizar cambios en la química sanguínea a través de las catecolaminas (adrenalina, cortisol, etc.). Por lo tanto situaciones de estrés, ya sea crónico o agudo, tienen repercusiones a niveles intestinales.

Estas alteraciones se ven con frecuencia en consulta: dolores abdominales, gases, diarreas… son problemas que padecen muchos pacientes y normalmente no le encuentran solución por lo que deciden descartar alimentos como el gluten, la lactosa, la fructosa. Normalmente tienen un denominador común y es que no terminan de solucionar su problema.

Con la entrada de hoy trato de transmitiros que es importante tener en cuenta el estado nervioso del individuo y la situación personal, porque es un agente directo de alteración intestinal por cuestiones hormonales. Normalizar o gestionar problemas de estrés como es la ansiedad o el nerviosismo tienen efectos directos terapéuticos en la normal función de nuestro tubo digestivo.

Os explico brevemente cómo es esta comunicación entre el intestino y nuestro cerebro de manera bidireccional.

Existen cuatro rutas:

  • Nervio vago y neuronas espinales aferentes.
  • Mediadores inmunes (citoquinas).
  • Hormonas intestinales.
  • Moléculas de señalización de la microbiota intestinal.

Ya sabéis que la microbiota intestinal  tiene numerosas funciones para la salud como lo es el equilibrio y la inmunidad intestinal y actúa de manera simbiótica con el huésped.

La probióticos (bacterias saludables que ingerimos en la alimentación, como son los fermentos lácticos), los prebióticos que son alimentos para las bacterias como las fibras alimentarias y los ácidos grasos de cadena corta son tres pilares fundamentales en la repoblación y la normalización de nuestra flora intestinal.

Por lo tanto en problemas intestinales es importante tener una visión amplia y global a la hora de intervenir y tratar de solucionar el problema.

Al intestino se le conoce como el segundo cerebro y ciertamente tiene una relación de peso en nuestra salud.

 

 

 

ALIMENTACIÓN EN LA ADOLESCENCIA

Hoy quiero hablaros de la alimentación en la adolescencia y abordar el problema del desorden nutricional y sus consecuencias, que en estos días de confinamiento es necesario vigilar.

Se estima que un 10-20% de los adolescentes desarrollan comportamientos alimenticios desordenados atracones, purgas, ejercicio para compensar, diuréticos, comida compulsiva, etc. (según Neumark-Sztainer et al., 2012).

Alimentarse de manera regular, saludable, fomentar e implantar hábitos sanos en alimentación puede ahorrar sufrimiento a nuestros menores y sus padres, además de prevenir problemas reales de salud. Estos días que nos encontramos en casa podemos elaborar comidas más saludables y que, además, gusten a nuestros adolescentes.

Existe y prevalece una tasa altísima en obesidad en nuestro país, tanto es así que ya hemos alcanzado los mismos niveles de sobrepeso y obesidad que en EEUU.

Los adolescentes que presentan sobrepeso y obesidad tienen aumentado el riesgo de sufrir hiperlipidemias, hipertensión, resistencia a la insulina y diabetes tipo II según (Kelly et al., 2013).

Establecer unos hábitos de vida saludables es esencial en esta etapa del adolescente, nosotros, como padres, con nuestros hábitos estamos dando ejemplo, estos hábitos les van a acompañar el resto de su vida adulta.

Fomentar el ocio mediante el ejercicio y la actividad física, reducir el tiempo de pantallas, alimentarlos con comida natural y no procesada, evitar la bollería, las harinas y los azúcares refinados que son tóxicos para el organismo, al final es una cuestión de costumbres, tan feliz es el niño que se come un bocadillo natural con una fruta como el niño que se come un paquete de bollos o alimentos procesados.

Por lo tanto establecer unas normas de higiene de alimentos es la base para restablecer los patrones de obesidad y prevenir las consecuencias asociadas, junto con el incremento de actividad física, los niños y los adolescentes según la OMS deben realizar todos los días 60 minutos de actividad de moderada a vigorosa, tanto para su salud física como psicológica.

 

 

 

VITALIDAD Y ENERGÍA

Hoy quiero hablaros y daros algunos consejos sobre vitalidad y energía.

Ya sabéis que las dietas variadas y equilibradas son aquellas que pasan por los diferentes grupos de alimentos (cereales, lácteos, carnes, pescados, verduras, etc.). Y que sus proporciones deben ser un 50% de hidratos de carbono, un 15% de proteínas y un 30% de grasas saludables. De estas proporciones ha de salir la energía total de nuestro día.

Hablamos de macronutrientes que, a veces por cuestiones laborales, problemas familiares, demanda por ejercicio físico, estrés físico, mental, etc, sufrimos bajones energéticos y, por lo tanto, anímicos.

Es importante recordar que las vitaminas del grupo B son las vitaminas que están relacionadas con la producción de energía en nuestro organismo.

El magnesio hace de mediador celular y consigue un funcionamiento óptimo y en situaciones de estrés tanto físico como mental aumenta la necesidad de consumir vitaminas antioxidantes como lo son la E y la C.

El sistema nervioso central de nuestro cuerpo se compone de sistema “simpático” que es un activador y nos pone las pilas para que funcionemos. Además tiene otra parte que es el sistema “parasimpático” que también es activo pero tiene funciones contrarias; hace que el organismo se calme y así se pueda regenerar.

A veces ocurre que nos encontramos agotados o con bajones energéticos y puede ser provocado por excesiva demanda (laboral, deportiva, estrés, etc.). En estos casos necesitamos recuperar el organismo, tanto mental como físicamente.

Al final el organismo tiene relación entre sistemas, como ya sabéis lo que nos afecta emocionalmente se manifiesta físicamente y viceversa.

Algunos alimentos ricos en vitaminas del grupo B:

huevos, pipas de girasol, levaduras, salmón, pollo, leche, legumbres, espinacas.

Y alimentos ricos en magnesio: Pan integral, almendras, chocolate negro, nueces, plátano, avena.

Toma nota de estos consejos y ¡Apúntate al Plan que cuida tu salud!

 

 

Diabetes Mellitus Tipo II

En el día de hoy, quiero recordaros la prevalencia que tiene la diabetes tipo II en nuestra sociedad. Es una enfermedad relacionada con la gestión del azúcar en la sangre por parte de nuestro páncreas, lo que sucede es que las células beta del páncreas se agotan y dejan de producir insulina.

Es una enfermedad que tanto antes de su aparición, como una vez diagnosticada, nuestro estilo de vida afecta de manera directa a la evolución de la enfermedad.

El sedentarismo, el exceso de grasas en nuestra dieta, el consumo de azúcares industriales y refinados, nos ponen en riesgo de sufrir esta enfermedad.

Es tal la incidencia de diabetes que en clínica se usa el término de “diabesidad”.

La grasa en el cuerpo (sobre todo la grasa abdominal) metabólicamente es muy activa, pues ejerce presión sobre los órganos, hace resistencia a la insulina; por esta cuestión, hay que mantener los porcentajes de grasas dentro de niveles normales es sano y no es una cuestión estética.

La ingesta de azúcares industriales (dulces, refrescos, bollerías, harinas refinadas, comidas precocinadas, etc.) ejercen un efecto nocivo para nuestra salud.

Es por estas cuestiones que el estilo de vida y el aspecto ambiental nos predisponen en mayor o menor medida a tener riesgo de sufrir una diabetes.

Las personas que están diagnosticadas de diabetes ya sean insulinodependientes o no, deben reducir su perímetro de cintura y aumentar la actividad física, ambas forman parte de su tratamiento.

Los afectados por la diabetes es importante que presten atención a sus niveles de azúcar en sangre, pues niveles elevados durante horas perjudican gravemente vasos sanguíneos y nervios en todo el cuerpo. Es importante vigilar sus niveles de azúcar antes de irse a la cama.

Conocer que tipos de azúcares existen de manera natural en los alimentos, (absorción rápida son gluceimizantes, absorción lenta son los productos integrales) nos ayudará en el manejo y gestión de la diabetes mellitus tipo II.

La salud de las bacterias “probióticos”

En el cuerpo humano tenemos millones de bacterias, en el tubo digestivo, en las mucosas, en la piel, en la vagina, es tal la cantidad de bacterias que habitan en nosotros que superan en gran cantidad al número de células que existen en el organismo, se estiman unos 100 billones de bacterias de más de 100 cepas diferentes.

Que esta población bacteriana cohabite en equilibrio es fundamental para nuestra salud, a este estado de equilibrio lo llamamos simbiosis.

Las bacterias en el organismo, por si mismas llevan a cabo funciones metabólicas como sintetizar la vitamina K que es la precursora de la coagulación sanguínea. Una buena salud del tubo digestivo hará que tengamos un sistema inmunológico bueno y estable. Muchos problemas serios de salud tienen un origen en el intestino.

Para que las bacterias vivan en equilibrio y lleven a cabo sus funciones necesitan tener un buen moco intestinal. Los ácidos grasos de cadena corta que están en ciertos alimentos, el contenido de fibra de los productos integrales, consiguen crear un buen medio para que las bacterias se propaguen en equilibrio.

Cuando no hay un buen moco en el intestino se puede generar permeabilidad intestinal y pasan al torrente sanguíneo sustancias no deseables, además de virus y bacterias.

Tal es la importancia de la flora intestinal que entre el tubo digestivo y nuestro cerebro hay comunicación constante. Tenemos células nerviosas en la luz intestinal que se llaman dendritas que le dan información constante a nuestro cerebro de lo que sucede en el intestino, esta comunicación es bidireccional.

Por esta razón, un problema emocional como lo son el estrés, la ansiedad o dificultades del día a día mal gestionado, pueden provocar problemas intestinales y por consecuencia multitud de problemas de salud a todos los niveles, empezando por los inmunológicos.

En resumen, os quiero recomendar el uso reducido de los antibióticos que barren nuestra flora intestinal. Los antibióticos se deben tomar cuanto menos mejor y siempre prescritos por un facultativo. Para que os hagáis una idea, cada vez que nos sometemos a un tratamiento de antibióticos nuestra flora intestinal nunca vuelve a ser la misma.

El uso indiscriminado de antibióticos ataca contra nuestra propia salud entre otros problemas, como es la resistencia a las bacterias patógenas.

Nutrición para unas articulaciones sanas

La reumatología o las enfermedades reumáticas son un conjunto de enfermedades inespecíficas que están relacionadas con problemas de la articulación y afectan al aparato locomotor, como lo son la artrosis, artritis, artropatías inflamatorias, alteraciones en el tejido blando o conectivo, etc.

Desde el área de la nutrición en el sector de la salud podemos apoyar, reforzar, retrasar o incluso prevenir algunas de estas alteraciones articulares.

En líneas generales, mantener un normo peso reduce el estrés mecánico en la articulación causado por el sobrepeso constante que sufre.

Dietas equilibradas de colágeno, vitamina C, calcio y magnesio reducen el riesgo de sufrir enfermedades reumáticas, pues estos son nutrientes implicados de manera directa en la salud de la articulación.

En problemas articulares dónde existe inflamación es importante tener en cuenta ciertas sustancias aliadas antiinflamatorias, como lo son el omega 3 y el omega 6; estos son precursores de las prostaglandinas que son mediadores celulares y antiinflamatorios.

El cuerpo es capaz de producir sustancias muy potentes como lo es el cortisol, que es un antiinflamatorio muy potente (es la base con la que se fabrican los corticoesteroides en farmacia, antiinflamatorios) el cortisol se genera en nuestras medulas adrenales en el riñón.

Si nuestro sistema está equilibrado y tiene los nutrientes necesarios, es capaz de reducir el riesgo de sufrir una enfermedad articular.

Es importante que las personas que sufren de inflamación articular, dolores y alteraciones en alguna articulación, presten atención a su alimentación, pues desde los alimentos se puede ayudar a nuestro organismo a mejorar ese problema de manera interna.

En resumen, el organismo muchas veces es capaz por sí solo de solucionar muchos problemas, para ello debemos ayudarle dando al cuerpo lo que necesita para ese problema específico.

Una alimentación equilibrada unida a unos hábitos de vida saludables son la mejor base para cuidar tu cuerpo.

¡Apúntate al plan que cuida tu salud!