DIETA Y SALUD ÓSEA
Hoy en día existe una tasa de osteoporosis alta y es cierto que tiene componente genético, pero también la alimentación y el estilo de vida son fundamentales en el desarrollo de la osteopenia y posterior osteoporosis.
Los huesos al igual que los músculos están en constante reciclado, las células encargadas de eliminar calcio se llaman osteoclastos y las células renovadoras de hueso se llaman osteoblastos, factores ambientales tóxicos, como el alcohol, deprimen la acción de los osteoblastos.
La presencia de vitamina D es fundamental para la absorción y asimilación del calcio que ingerimos en la dieta.
La actividad física tiene un papel determinante, pues activa la formación de hueso y conseguimos tener mayor densidad.
El impacto, la vibración que se produce en el ejercicio fomentan el incremento de masa ósea. El ejercicio de resistencia muscular también tiene correlación positiva en el incremento de la masa ósea.
La osteopenia y posterior osteoporosis predomina más en el sexo femenino que en el masculino, un factor clave y determinante es la menopausia. Cuando la mujer atraviesa y pasa la menopausia existen unos cambios hormonales que cambian la fisionomía del organismo de la mujer. La falta de estrógenos tiene una relación directa, se incrementa más la acción de los osteoclastos y estos cambios hormonales hacen que la grasa se deposite más en la zona abdominal incrementando el riesgo cardiovascular y las enfermedades metabólicas.
Por lo tanto para prevenir la osteoporosis es importante tener una vida activa, realizar ejercicio físico de manera regular y cuidar nuestros niveles de vitamina D y de calcio.
Nuestro pico máximo de densidad ósea es alrededor de los 30 años.
¡Cuidemos nuestros huesos!