BENEFICIOS DEL EJERCICIO FÍSICO EN LA SALUD

En la entrada del blog de hoy quiero desglosaros algunos de los efectos beneficiosos que tiene el ejercicio físico en nuestra salud, tanto física como mental. De todos es sabido que la práctica de actividad física es beneficiosa, vamos a  matizar y cuantificar estos efectos.

Cuando el ejercicio se practica de manera regular se trasforma en una herramienta preventiva de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, algunos tipos de cáncer… y cuando atravesamos una enfermedad mejora el pronóstico de la misma.

La práctica de ejercicio habitual promueve beneficios sobre la respuesta inflamatoria celular, mejora nuestra función inmune, mejora la síntesis de proteínas, al final todo esto se traduce en una mejora general sobre la condición física y la calidad de vida.

Incorporar la actividad física a nuestro estilo de vida nos aporta beneficios a todos los niveles, reduce la depresión, disminuye  el estrés y la ansiedad, potencia la plasticidad cerebral, fortalece los músculos, articulaciones y huesos, previene problemas respiratorios, regula la expresión de los genes que afecta a todo nuestro organismo, reduce el sobrepeso, etc.

Por lo tanto podemos concluir que muchas enfermedades se previenen desde el estilo de vida, nuestros hábitos orientan nuestra salud, la OMS (organización mundial de la salud) recomienda ciento cincuenta minutos de actividad modera a la semana para los adultos y sesenta minutos de actividad moderada a intensa a los niños diariamente.

La práctica regular de ejercicio genera unas capacidades de adaptación, esto significa que cada vez somos capaces de realizar cargas de ejercicio más grandes y, por lo tanto, mayores beneficios para nosotros.

Este estilo de vida junto con una alimentación saludable deberían ser los pilares básicos para todos nosotros.

Cuanta más actividad física se realiza y cuidamos nuestra alimentación de una manera saludable y natural necesitamos ir menos veces al médico y consumir menos fármacos.

“la genética carga el arma, pero el estilo de vida tira del gatillo”.

ANTOCIANINAS, ALIADAS ANTIOXIDANTES

En la entrada al blog de hoy quiero hablaros de los antioxidantes en concreto de las antocianinas.

El organismo en sus diversas funciones y, por cuestiones ambientales, necesita de unas sustancias antioxidantes para mantener y preservar la salud, estas sustancias se conocen como antioxidantes. Destacan la vitamina C, la E, la A, el zinc y el selenio. Estas sustancias ayudan a nuestro organismo a preservarse y mantenerse de manera saludable.

El organismo está constantemente expuesto a agentes oxidantes y prooxidantes como es vivir en urbes contaminadas, consumir alimentos elaborados a altas temperaturas como la barbacoa, el humo nocivo del tabaco, el alcohol, incluso el ejercicio físico llega a ser un oxidante para nuestro organismo.

Afortunadamente consumimos estos antioxidantes de manera natural en nuestra alimentación diariamente.

Quiero hablaros en particular de las “antocianinas”.

Son un grupo de pigmentos de color rojo hidrosolubles y están ampliamente distribuidas en el reino vegetal. Se conocen aproximadamente 20 tipos diferentes.

Este poder antioxidante celular que tienen es de notable importancia, tal es así que nos ayudan en la prevención de enfermedades cardiovasculares, son agentes anticancerígenos y nos ayudan a prevenir enfermedades neurológicas.

Estas antocianinas se encuentran en abundancia en alimentos como la granada, la uva, las cerezas, las ciruelas, los arándanos o las frambuesas.

Es importante puntualizar que la madurez del fruto incide en la cantidad de antocianinas que contiene, a mayor madurez mayor cantidad de ellas encontramos.

Por lo tanto tener una dieta variada y equilibrada es fundamental para darle al organismo los recursos que necesita, es importante entender que el estilo de vida muchas veces es crucial en la prevención de las enfermedades.

Tener una alimentación rica en hidratos de carbono integrales como son los cereales, el consumo habitual de verduras y hortalizas, evitar los productos industriales y elaborados frente a los frescos y naturales es una manera de prevenir nuestra salud a largo plazo.

 

 

 

 

 

ESTILO DE VIDA Y NUESTRO INTESTINO

Problemas intestinales relacionados con nuestro estilo de vida

Hoy quiero hablaros de la relación e influencia que tiene, tanto nuestro estado mental como nuestro estilo de vida, en el funcionamiento del tubo digestivo.

Hace varias décadas se consideraba que la función del intestino solamente estaba relacionada con el proceso de la nutrición, sin embargo se ha demostrado que también interviene en la respuesta inmune y en la inflamación sistémica del individuo.

Es importante comprender que nuestra mente tiene la capacidad de realizar cambios en la química sanguínea a través de las catecolaminas (adrenalina, cortisol, etc.). Por lo tanto situaciones de estrés, ya sea crónico o agudo, tienen repercusiones a niveles intestinales.

Estas alteraciones se ven con frecuencia en consulta: dolores abdominales, gases, diarreas… son problemas que padecen muchos pacientes y normalmente no le encuentran solución por lo que deciden descartar alimentos como el gluten, la lactosa, la fructosa. Normalmente tienen un denominador común y es que no terminan de solucionar su problema.

Con la entrada de hoy trato de transmitiros que es importante tener en cuenta el estado nervioso del individuo y la situación personal, porque es un agente directo de alteración intestinal por cuestiones hormonales. Normalizar o gestionar problemas de estrés como es la ansiedad o el nerviosismo tienen efectos directos terapéuticos en la normal función de nuestro tubo digestivo.

Os explico brevemente cómo es esta comunicación entre el intestino y nuestro cerebro de manera bidireccional.

Existen cuatro rutas:

  • Nervio vago y neuronas espinales aferentes.
  • Mediadores inmunes (citoquinas).
  • Hormonas intestinales.
  • Moléculas de señalización de la microbiota intestinal.

Ya sabéis que la microbiota intestinal  tiene numerosas funciones para la salud como lo es el equilibrio y la inmunidad intestinal y actúa de manera simbiótica con el huésped.

La probióticos (bacterias saludables que ingerimos en la alimentación, como son los fermentos lácticos), los prebióticos que son alimentos para las bacterias como las fibras alimentarias y los ácidos grasos de cadena corta son tres pilares fundamentales en la repoblación y la normalización de nuestra flora intestinal.

Por lo tanto en problemas intestinales es importante tener una visión amplia y global a la hora de intervenir y tratar de solucionar el problema.

Al intestino se le conoce como el segundo cerebro y ciertamente tiene una relación de peso en nuestra salud.

 

 

 

INFLAMACIÓN Y ENFERMEDAD CRÓNICA

En esta entrada de hoy quiero hablaros de las enfermedades crónicas y la inflamación como denominador común en algunas de ellas.

Las enfermedades crónicas son complejas y nunca afectan solo a un órgano o sistema; abarcan el sistema fisiológico y, por lo tanto, afectan a todo el organismo, incluso a la mente.

El proceso de la inflamación es una respuesta sana y natural del sistema inmunológico en respuesta a una lesión o infección, (intervienen adipocinas y citoquinas) que son sustancias pro inflamatorias.

Existen inflamaciones agudas o prolongadas/crónicas que dan lugar a una trasformación progresiva de los tejidos.

Como nutricionista quiero abordar este problema desde la clínica de la nutrición.

Conocer la relación de los nutrientes en nuestro sistema cuanto menos es importante sino determinante en la progresión de la enfermedad.

El metabolismo de las prostaglandinas que es el que interviene en la inflamación es regulado por los ácidos grasos poliinsaturados, esto quiere decir que nuestra alimentación da los recursos necesarios al cuerpo para funcionar de manera correcta o, por el contrario, si la dieta no es adecuada puede ser motivo de una mala regulación inmunitaria de nuestro organismo frente a la enfermedad.

Los ácidos grasos poliinsaturados son: los Omega 3 (antiinflamatorio natural por excelencia) los Omega 6 (tienen un carácter pro inflamatorio, fundamental para regular el equilibrio de inflamación en el cuerpo) y los Omega 9.

Este tipo de grasas saludables las encontramos en los alimentos (frutos secos, grasas vegetales, de pescados, yema de huevo, grasas de fruta como el coco, aguacate, etc.).

Para cualquier persona, sin sufrir ninguna enfermedad, es importante tener una dieta correcta, variada y equilibrada, pero para personas con enfermedad crónica e inflamación es “fundamental” para modular la progresión de la enfermedad. Incluso por protocolo debería ser el primer paso a tener en cuenta.

Además de las grasas saludables poliinsaturadas, en cuestión de nutrientes, también son importantes en la inflación como moduladores la vitamina D (actúa como una hormona en el cuerpo), el magnesio y el cinc, (intervienen en muchos sistemas enzimáticos relacionados con la inflamación).

Para terminar quería apuntaros que el estilo de vida como siempre también afecta, nuestro ritmo de sueño, la actividad física, el estrés no resuelto o prolongado son aspectos a tener en cuenta en estas enfermedades.

Al final el estilo de vida y la alimentación no se les tiene en cuenta en la enfermedad como debería, los mecanismos beneficiosos que nos aportan son lentos pero también son duraderos, estamos acostumbrados a esperar a tener un problema para ponerle solución, cuando lo más interesante es prevenir los problemas mediante el estilo de vida.

 

ALIMENTACIÓN EN LA ADOLESCENCIA

Hoy quiero hablaros de la alimentación en la adolescencia y abordar el problema del desorden nutricional y sus consecuencias, que en estos días de confinamiento es necesario vigilar.

Se estima que un 10-20% de los adolescentes desarrollan comportamientos alimenticios desordenados atracones, purgas, ejercicio para compensar, diuréticos, comida compulsiva, etc. (según Neumark-Sztainer et al., 2012).

Alimentarse de manera regular, saludable, fomentar e implantar hábitos sanos en alimentación puede ahorrar sufrimiento a nuestros menores y sus padres, además de prevenir problemas reales de salud. Estos días que nos encontramos en casa podemos elaborar comidas más saludables y que, además, gusten a nuestros adolescentes.

Existe y prevalece una tasa altísima en obesidad en nuestro país, tanto es así que ya hemos alcanzado los mismos niveles de sobrepeso y obesidad que en EEUU.

Los adolescentes que presentan sobrepeso y obesidad tienen aumentado el riesgo de sufrir hiperlipidemias, hipertensión, resistencia a la insulina y diabetes tipo II según (Kelly et al., 2013).

Establecer unos hábitos de vida saludables es esencial en esta etapa del adolescente, nosotros, como padres, con nuestros hábitos estamos dando ejemplo, estos hábitos les van a acompañar el resto de su vida adulta.

Fomentar el ocio mediante el ejercicio y la actividad física, reducir el tiempo de pantallas, alimentarlos con comida natural y no procesada, evitar la bollería, las harinas y los azúcares refinados que son tóxicos para el organismo, al final es una cuestión de costumbres, tan feliz es el niño que se come un bocadillo natural con una fruta como el niño que se come un paquete de bollos o alimentos procesados.

Por lo tanto establecer unas normas de higiene de alimentos es la base para restablecer los patrones de obesidad y prevenir las consecuencias asociadas, junto con el incremento de actividad física, los niños y los adolescentes según la OMS deben realizar todos los días 60 minutos de actividad de moderada a vigorosa, tanto para su salud física como psicológica.

 

 

 

ALIMENTACIÓN EN CUARENTENA

En este momento actual de confinamiento por la epidemia que estamos sufriendo inevitablemente están cambiando nuestras costumbres, de actividad física e incluso nutricional.

Trabajando desde casa si cabe se ha aumentado aún más el sedentarismo y al tener más tiempo libre la tentación de picotear se ha incrementado.

Si me lo permitís quiero dejaros algunos pequeños consejos para que esta situación de confinamiento nos afecte físicamente lo menos posible.

Ahora que tenemos más tiempo libre podemos ser creativos en la cocina, dedicarle tiempo y cariño a la elaboración de los platos es importante, recordar que utilizar productos frescos frente a los procesados es más interesante a nivel de nutrientes como de salud (contienen menos grasas y azúcares).

Siempre se ha dicho que el desayuno es la comida más importante del día y muy cierto es, desde la última ingesta de la cena han pasado muchas horas y el organismo necesita cubrir sus necesidades, además tenemos todo el día por delante de actividad, es más interesante cenar menos y desayunar más.

Los alimentos integrales tienen un efecto saciante por su alto contenido en fibra, son ricos en micronutrientes como los minerales y las vitaminas.

Comer cinco veces al día consigue que la glucosa y la insulina no tengas grandes fluctuaciones en el plasma, esto en muchas ocasiones es el origen de ansiedad. Al final comiendo cinco veces volvemos al organismo menos ahorrador de energía, engordamos menos.

Recordar que es necesario variar todos los grupos de alimentos: carne, pescados, cereales, frutas, verduras, hortalizas.

Siendo creativos en la cocina se disfruta de la alimentación de una manera saludable, intentemos huir de los productos refinados (azúcares, harinas y grasas no saludables).

Hay que hidratarse con agua de manera regular, realizar actividad física en vuestros hogares puede ser una práctica para compartir con la familia que nos dará innumerables beneficios, nos hará más llevadera esta situación, nos divertiremos con los nuestros y tanto físicamente como psicológicamente no aportará grandes beneficios, recordar que la clave está en divertirse con la actividad que se practique.

Muchísimo ánimo a todos y a todas en este encierro y mayor apoyo y homenaje a los que están afectados directamente por esta situación, tanto enfermos como sanitarios. Muy pronto toda esta situación pasará.

Ánimo!

 

CÓMO ABORDAR LA ANSIEDAD DESDE LA NUTRICIÓN

Hoy os quiero dar información nutricional sobre cómo abordar el estrés y la ansiedad desde la nutrición.

En la circunstancia en la que nos encontramos por causa de la pandemia actual estamos obligados a permanecer en nuestros hogares durante muchos días, quizás están siendo demasiados, a esta situación se añaden las cuestiones laborales y económicas que esta situación va a acarrear.

Gestionar esta situación no es fácil para nadie, sobre todo para las personas afectadas y sus familiares que desde aquí me quiero unir a ellos y mandarles un mensaje de ánimo y apoyo.

Cuando por causas de este encierro vemos alterada nuestra vida cotidiana, nuestra libertad de movimiento, sufrimos preocupaciones por nuestro puesto de trabajo, nuestro sustento económico. Esta situación de por sí genera ansiedad, además de ver el sufrimiento de nuestra sociedad y del mundo en general.

El propósito de este artículo es daros algunas claves o, si me lo permitís, algunos consejos sobre qué alimentos interactúan en la gestión de la ansiedad o el estrés.

Con este encierro estamos adquiriendo hábitos que no son los habituales en nosotros.

Las consecuencias psicológicas de una ingesta nutricional subóptima pueden aparecer antes que los signos físicos. (Hábitos irregulares y alimentos no saludables).

El sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal, que conecta con el sistema nervioso periférico extendido por todo el organismo.

El equilibrio entre los neurotransmisores implicados es muy sensible a nuestros hábitos alimentarios. Hay múltiples de ellos (serotonina, dopamina, adrenalina, acetilcolina, glutamato, noradrenalina). Todos y cada uno de ellos se sintetizan en nuestro organismo a través de la alimentación, por lo tanto una mala alimentación y hábitos erróneos hará que nuestro equilibrio mental y emocional se vea alterado.

Los nutrientes afectan en la salud mental de la siguiente manera:

  • Modulan la conexión entre el cerebro y el sistema nervioso
  • Los alimentos ayudan a sintetizar los neurotransmisores
  • Los macronutrientes (glucosa, grasas, proteínas) son fuente de energía para nuestro cerebro
  • Los nutrientes ayudan en la expresión genética Por lo tanto reducir los azúcares refinados y dulces conseguirá que la insulina y la glucosa en el plasma no tenga grandes fluctuaciones que nos pueden afectar a nuestro estado de ánimo.

La alimentación contribuye al estado de ánimo y a la sensación de bienestar, entran y salen de las células relacionadas con pensamientos, emoción y estrés.

Por todo esto, las dietas bajas en hidratos de carbono (arroces, pastas, frutas) puede influir negativamente en nuestro estado de ánimo.

Consumir grasas saludables (vegetales y animales) junto con unos valores de proteínas adecuados conseguirá los recursos necesarios que necesita nuestro cerebro para su normal funcionamiento. Por ejemplo, los omega 3 son “esenciales” en la salud de nuestro cerebro y lo encontramos en pescados azules, mariscos, etc.

Estos días, más que nunca, debemos cuidar nuestra alimentación.

¡Mucho ánimo!

 

 

 

 

 

CÓMO ESTIMULAR EL SISTEMA INMUNOLÓGICO

Estamos atravesando una situación compleja, de gran impacto social y lamentablemente con muchos enfermos y víctimas mortales causadas por el coronavirus, quiero desde aquí mandar un mensaje de ánimo y de apoyo a toda la sociedad y, en especial, a las familias afectadas.

En lo referente a nutrición quiero daros algunos consejos de cómo estar en forma para enfrentarnos a este enemigo invisible y hablaros de algunos alimentos que estimulan el sistema inmune de nuestro cuerpo.

La vitamina C es un potente antioxidante que tiene la capacidad de estimular nuestro sistema inmunológico. Cuando estamos resfriados o atravesamos una gripe esta vitamina tiene la capacidad de disminuir sus efectos y reducir el tiempo de enfermedad, es importante que sepáis que es hidrosoluble y se expulsa por la orina, dura en el organismo en torno a seis horas y por ello se debe tomar en diferentes momentos del día. Personas fumadoras y expuestas a contaminantes ambientales o deportistas tienen aumentada su necesidad.

La vitamina C se encuentra en los cítricos como el kiwi, la naranja, el limón, los frutos rojos, el perejil, pimiento rojo, etc.

La vitamina A que es el retinol y los betacarotenos (los pigmentos de las frutas, verduras y hortalizas) tiene un efecto positivo en la visión, también tiene la capacidad de modular la respuesta inmunológica y unas propiedades beneficiosas a nivel pulmonar que retrasan el declive pulmonar asociado a la edad y protege los epitelios pulmonares. Esta vitamina es muy importante en fumadores.

La vitamina A tiene propiedades antivirales pues, junto con el calcio, estimula al Timo (una glándula que se encuentra debajo de nuestro esternón junto al corazón que se encarga de la maduración de los linfocitos T entre otras funciones).

Algunos alimentos ricos en vitamina A: zanahoria, brócoli, espinacas, batata, cúrcuma, etc.

Los alimentos fermentados como el yogur o el kéfir de leche tienen probióticos (bacterias vivas) que residen en nuestra flora intestinal y tienen una función “clave” en nuestra salud y el sistema inmune. Tener buena salud en el tubo digestivo es fundamental para nosotros.

El té verde es muy antioxidante ya que contiene catequinas.

Acostumbrarnos a ingerir alimentos saludables ni es ni debe ser una obligación, es importante que sea nuestra manera habitual de alimentarnos y se tenga como base alimentos saludables.  Al final es una cuestión de hábitos y es importante ser creativos en la cocina, no caer en la rutina y menos aún cuando esa rutina no es saludable.

Alimentos que pueden deprimir nuestro sistema inmunológico: son los azúcares industriales, azúcares refinados, los fritos, las grasas trans.

Por último recordaros que la parte ambiental tiene efecto muy importante, realizar ejercicio estimula todo nuestro sistema y lo vuelve más efectivo y competente, dormir bien, tener niveles moderados de estrés.

Todo este conjunto de hábitos y estilo de vida condiciona nuestra vida y nuestra genética, es lo que se conoce como “epigenética”.

¡Ánimo a todos, lo vamos a superar!

 

 

ALIMENTACIÓN Y ÁCIDO ÚRICO O «GOTA»

Placas de Urato “La Gota”

La gota es una enfermedad muy antigua según la historia de la medicina, es un trastorno en el metabolismo de las purinas (se acumula en sangre cantidades altas de ácido úrico), es una enfermedad que está más asociada o tienen mayor incidencia en los hombres, en una proporción de 4:1.

Un alto porcentaje de personas que sufren de “Gota” además tienen problemas metabólicos como obesidad, hipertensión, resistencia a la insulina y altos niveles de colesterol. Se relaciona a la Gota con un incremento de riesgo de mortalidad cardiovascular.

Lo que sucede en esta enfermedad es que se depositan cristales de urato en las articulaciones y en los tejidos blandos. El ácido úrico es el metabolismo final de las purinas en los humanos, el equilibrio entre su ingesta dietética y su eliminación en nuestros riñones es importante para nuestra homeostasis.

Existe un mayor riesgo de Gota en dietas ricas en carnes como el buey, cerdo y el cordero, también en mariscos, no ocurre así en dietas con proteína de origen vegetal.

Dietas ricas en lácteos desnatados y vitamina C se asocian a un riesgo reducido de sufrir Gota.

Al final no son solo los alimentos cárnicos de alto contenido en proteína el único detonante, alimentos que contienen niveles elevados de purinas también son responsables de aumentar estos niveles en sangre.

A continuación voy a citaros algunos alimentos ricos en purinas y que se deben restringir en pacientes que sufren esta enfermedad:

Las anchoas, arenque, caballa, carne picada, mejillones, perdiz, sardinas, sesos, las cervezas…son algunos de los alimentos con niveles altos de purinas.

Por el contrario alimentos con bajos niveles de purinas libres son:

El aceite, arroz, alimentos vegetales, café, frutas, chocolate, huevos, leche, pan, pasta, queso.

Llevar una dieta variada y equilibrada es la mejor forma de evitar esta alteración en nuestro organismo como son los niveles altos de ácido úrico y si se sufre la enfermedad se debe realizar un tratamiento nutricional ya que es la mejor forma de revertir la situación.

Para ello es aconsejable ponerse en  manos de un profesional.

 

 

VITALIDAD Y ENERGÍA

Hoy quiero hablaros y daros algunos consejos sobre vitalidad y energía.

Ya sabéis que las dietas variadas y equilibradas son aquellas que pasan por los diferentes grupos de alimentos (cereales, lácteos, carnes, pescados, verduras, etc.). Y que sus proporciones deben ser un 50% de hidratos de carbono, un 15% de proteínas y un 30% de grasas saludables. De estas proporciones ha de salir la energía total de nuestro día.

Hablamos de macronutrientes que, a veces por cuestiones laborales, problemas familiares, demanda por ejercicio físico, estrés físico, mental, etc, sufrimos bajones energéticos y, por lo tanto, anímicos.

Es importante recordar que las vitaminas del grupo B son las vitaminas que están relacionadas con la producción de energía en nuestro organismo.

El magnesio hace de mediador celular y consigue un funcionamiento óptimo y en situaciones de estrés tanto físico como mental aumenta la necesidad de consumir vitaminas antioxidantes como lo son la E y la C.

El sistema nervioso central de nuestro cuerpo se compone de sistema “simpático” que es un activador y nos pone las pilas para que funcionemos. Además tiene otra parte que es el sistema “parasimpático” que también es activo pero tiene funciones contrarias; hace que el organismo se calme y así se pueda regenerar.

A veces ocurre que nos encontramos agotados o con bajones energéticos y puede ser provocado por excesiva demanda (laboral, deportiva, estrés, etc.). En estos casos necesitamos recuperar el organismo, tanto mental como físicamente.

Al final el organismo tiene relación entre sistemas, como ya sabéis lo que nos afecta emocionalmente se manifiesta físicamente y viceversa.

Algunos alimentos ricos en vitaminas del grupo B:

huevos, pipas de girasol, levaduras, salmón, pollo, leche, legumbres, espinacas.

Y alimentos ricos en magnesio: Pan integral, almendras, chocolate negro, nueces, plátano, avena.

Toma nota de estos consejos y ¡Apúntate al Plan que cuida tu salud!