NUTRICIÓN Y SALUD MENTAL

Nuestra alimentación es importante en todas las áreas del cuerpo (vascular, renal, pulmonar) y, como no puede ser de otra manera, para nuestro cerebro es de vital importancia.

Nuestro encéfalo pesa aproximadamente 1,4 kg.  Las células nerviosas (neuronas) recogen y trasmiten señales electroquímicas a través de los axones y las dendritas. Las neuronas son la sustancia gris del cerebro y las dendritas y los axones la sustancia blanca.

Nuestro cerebro contiene aproximadamente el 80% de grasa pues las membranas celulares se componen de grasa y, por lo tanto, la composición se refleja con la ingesta diaria de alimentos.

El equilibrio entre los omega 3 y los omega 6 influye en varios aspectos de la neurotransmisión serotoninérgica y catecolaminérgica, esto quiere decir que una correcta alimentación tiene una influencia directa en el normal funcionamiento del cerebro. Las consecuencias psicológicas de una ingesta nutricional subóptima pueden aparecer antes que los signos físicos.

Es importante tener en cuenta que los nutrientes en el cerebro sirven para favorecer o interferir en el sistema nervioso central, la alimentación le da energía al cerebro. Los nutrientes son los precursores de los neurotransmisores (esto es fundamental) y tienen influencia directa en la genética. Los nutrientes contribuyen al estado de ánimo y sensación de bienestar, pueden entrar y salir de las células relacionadas con pensamientos, emociones y estrés.

Al final somos lo que comemos y en nuestro cerebro suceden miles de reacciones químicas y eléctricas que dependen de los nutrientes para que pueden producirse.

Los ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y los omega 6 son fundamentales (grasa del pescado y grasas vegetales como semillas, frutos secos), aminoácidos como el triptófano, tirosina y la glutamina son importantes, minerales como el cinc, el cobre, hierro, selenio, magnesio y las vitaminas del grupo B tienen relación directa.

Llevando una dieta variada y equilibrada, en principio, es suficiente para cubrir todas estas necesidades y aquí radica la importancia de una alimentación sana.

Cada vez va teniendo más peso el campo de la nutrición, en las diferentes áreas de la salud y en cualquier disciplina médica.

Debería tenerse en cuenta la valoración de la nutrición como base para cualquier tratamiento. El propio organismo es capaz de generar sustancias muy potentes, tiene un gran potencial farmacológico interno pero para ello necesita sustratos, precursores “Nutrientes”.

Cuidando nuestra alimentación, cuidamos nuestra mente.

 

VITAMNIA E

La vitamina E es liposoluble es decir se disuelve con la grasa. Es un grupo de ocho compuestos (cuatro tocoferoles y cuatro tocotrienoles), cada uno de estos compuestos tiene una actividad distinta en nuestro organismo.

Esta vitamina, en nuestra dieta, tiene un papel importante como antioxidante celular y, por lo tanto, importantes funciones vitales.

La necesidades de vitamina E varía según los hábitos de vida, tóxicos y enfermedad.

Es importante destacar que los tocotrienos disminuyen el colesterol de baja densidad LDL, por lo tanto, en personas con niveles elevados de LDL , el consumo de vitamina E es beneficioso.

Al ser un potente antioxidante tiene efectos preventivos y protectores frente al cáncer.

El aceite de palma es la fuente más importante de los tocotrienos, lo que sucede es que el aceite de palma contiene un 50% de grasa saturada, además la industria somete al aceite de palma a un refinado que lo vuelve casi tóxico. Por lo que obtener vitamina E del aceite de palma no es lo más recomendable.

El aceite de girasol tiene una importante cantidad de vitamina E, las nueces, el sésamo, las avellanas y el aceite de oliva son fuente de vitamina E.

La vitamina E, junto con la vitamina C, son los antioxidantes por excelencia que podemos darle a nuestro organismo para hacer frente al estrés oxidativo, para mantener nuestras funciones protectoras y la salud.

Son nutrientes aliados que ayudan a nuestro sistema inmunológico a ser eficaz, a bloquear los tóxicos, que de manera natural ingerimos a través de nuestra alimentación (como puedan ser las aminas heterocíclicas que se producen cuando cocinamos a altas temperaturas como lo es en la barbacoa, o a bloquear las nitrosaminas que se producen en nuestro intestino con el exceso de carne roja).

Aquí reside la importancia de la figura del nutricionista, ya que nos ayuda a fomentar la dieta variada y equilibrada, rica en nutrientes y alimentos de alto valor biológico y a evitar el refinamiento de harinas y azúcares, a huir de la comida rápida y precocinada.

Al final preservar la salud y, en cierto modo, evitar la enfermedad puede estar al alcance de nuestra mano.

“La genética carga el arma pero el estilo de vida tira del gatillo”

EXCESOS NAVIDEÑOS

En navidades es habitual incrementar la ingesta de alimentos, cambiar nuestra dieta habitual, solemos abusar más de los dulces (como los turrones, mazapanes, chocolates, etc.). Incrementamos el consumo de grasas, aumentamos la ingesta de alcohol, vinos, cervezas, copas, cavas, todos esos productos que llevan las cestas de navidad.

Afortunadamente esto sucede por un periodo corto de tiempo.

Os quiero recordar en esta entrada de hoy que lo excesos con la alimentación no se corrigen realizando ayunos ni con fórmulas drásticas.

Regular nuestra alimentación (variada y equilibrada), mantener nuestra actividad física e hidratarnos con regularidad parece ser la forma más segura y adecuada de corregir los excesos navideños.

Al final nuestro cuerpo no quiere grandes cambios ni restricciones, recordar que al igual que el exceso es malo, la restricción también lo es.

Observamos en consulta que corrigiendo pequeños detalles la gente obtiene buenos resultados, sustituir las galletas del desayuno por alimentos más saludables como el huevo o los cereales integrales, evitar los zumos envasados y sustituirlos por fruta fresca, ingerir grasas saludables como las que se encuentran en las semillas, aguacate, aceite de oliva, son pequeños detalles que nuestro cuerpo agradece.

Por lo tanto volver a nuestro hábitos de alimentación, seguir con nuestra actividad física o incluso incrementarla es la manera más sana y segura de equilibrar los excesos navideños.

Si al finalizar las navidades no sabes cómo llevar a cabo una dieta equilibrada para perder ese peso ganado durante las fiestas, ponte en manos del nutricionista que te guiará con un plan personalizado de alimentos y ejercicios saludables y necesarios para recuperar el peso y sentirnos sanos.

¡Felices fiestas!.

NUTRICIÓN Y EJERCICIOS AERÓBICOS

En la entrada de hoy quiero hablaros de nutrición deportiva y de algunas de las características que conllevan ejercicios como la carrera o la bicicleta considerados ejercicios aeróbicos.

Tenemos tres tipos diferentes de metabolismos energéticos: el de los hidratos de carbono, el de las grasas y la fosfocreatina.

Los hidratos de carbono se consumen en nuestro cuerpo con oxígeno y sin oxígeno, dependiendo de la velocidad del consumo,  es decir según la  intensidad del ejercicio se genera ácido láctico o no.

Las grasas siempre se consumen de manera aeróbica es decir con la presencia de oxígeno.

Y por último tenemos el metabolismo de la fosfocreatina que se consume de manera anaeróbica y lo utilizamos en ejercicios de alta intensidad, como por ejemplo la halterofilia.

En los ejercicios aeróbicos como la carrera, la bicicleta, el remo, etc… la fuente principal de energía son los hidratos de carbono y las grasas.

La glucosa muscular (que es el producto obtenido de los hidratos de carbono, principalmente de las frutas y cereales) tarda hasta 24 horas en llenar los depósitos de glucógeno en el músculo, por lo tanto la energía que tenemos en el momento del ejercicio no es del desayuno de esa mañana sino de los hidratos que comimos el día anterior.

Una curiosidad es que estos hidratos de carbono deben ir acompañados de la vitamina B1 que es la Tiamina para su correcta metabolización.

En lo referente a las grasas como fuente de energía, el organismo almacena triglicéridos en el músculo para que sirvan de combustible, estos triglicéridos se consumen en la mitocondria celular con presencia de oxígeno.

Por lo tanto en cuestiones de nutrición deportiva es importante vigilar nuestra alimentación de manera específica según la disciplina practicada. Al igual que un deporte de contacto, como pueda ser el karate, judo, boxeo u otro deporte, donde los reflejos y la reacción sean determinantes es importante vigilar nuestro aporte de cafeína y en deportes aeróbicos, como la carrera o la bicicleta, vigilar los hidratos de carbono y las grasas marcarán nuestro rendimiento.

Debemos saber, también, que tras el esfuerzo es más interesante consumir azúcar de fácil absorción (índice glucémico alto) como pueda ser una fruta y cuando falten horas hasta el ejercicio interesa consumirlos de índice glucémico bajo como los cereales integrales.

No lo olvides, si practicas algún deporte cuida tu alimentación.

 

 

NUTRIENTES MODULADORES DE LA INFLAMACIÓN

En los procesos de inflamación están involucradas las prostaglandinas que son un conjunto de sustancias producidas por los ácidos grasos.

Se generan a partir de grasas esenciales que ingerimos en la dieta y por mediación enzimática. Actúan como hormonas autocrinas y paracrinas que se destruyen en los pulmones.

Algunas de sus funciones son:

  • intervenienen en la respuesta inflamatoria mediante la vasodilatación,
  • tienen una función antiagregante plaquetario,
  • disminuyen la secreción del ácido gástrico,
  • generan contracciones en la musculatura lisa esencial en el parto y en la menstruación para favorecer el desprendimiento del endometrio (muy importante en menstruaciones con dolor),
  • intervienen en la regulación de la temperatura corporal,
  • controlan el descenso de la presión arterial a través de  influencia renal, entre otras funciones.

Los ácidos grasos poliinsaturados (omega 3, 6 y 9) son esenciales en estos procesos de regulación y, como siempre, en el organismo deben estar equilibrados en sus cantidades. Pues, a través de ellos, se ejercen funciones antiinflamatorias que son clave en la fisiopatología de las enfermedades crónicas y la inflamación del sistema que contribuye en su progresión.

En este post voy a saltarme los procesos bioquímicos y las funciones metabólicas que realizan los diferentes nutrientes y nos centramos en el tema práctico.

Ingerir pescado varias veces en la semana está relacionado con un menor riesgo de enfermedades crónicas, como las cardiopatías.

El organismo, a través de estos ácidos grasos esenciales en la dieta, los convierte en eicosanoides para posteriormente producir las prostaglandinas.

Otros nutrientes además de los ácidos grasos poliinsaturados que intervienen y son moduladores de la inflación son:

  • la vitamina D (tiene efectos hormonales, modulación inmunitaria, antiinflamatoria y antitumoral),
  • el Magnesio (tiene implicación en más de 300 sistemas enzimáticos),
  • Cinc tiene relación implicada en los procesos inflamatorios,
  • y varias vitaminas del grupo B actúan como mediadoras en estas funciones (estas funciones se conocen como metilación).

Por lo tanto, como podréis observar, la nutrición apropiada y específica de cada persona tiene una influencia directa en su salud o el estado de su enfermedad, debemos tener en cuenta que el organismo lleva a cabo cientos de reacciones bioquímicas en el organismo para mantener la salud y el equilibrio y que todas estas reacciones están condicionadas por la alimentación.

Por otra parte el estilo de vida como la realización de actividad física, el ritmo circadiano (sueño), el estrés y la carga de toxinas son algunos de los agentes que también pueden influir en los procesos de inflamación.

La alimentación y la vida sana son pilares fundamentales en nuestra salud, de esto no cabe ninguna duda.

CÓMO AFRONTAR LAS COMIDAS NAVIDEÑAS

Buenos a días a tod@s, hoy quiero daros, si me lo permitís, algunos consejos sobre cómo afrontar nutricionalmente las Navidades sin hacerle daño a nuestro organismo.

Llega el mes de diciembre y el calendario se llena de comidas con amigos, comidas de empresa, familiares y demás eventos que tienen los alimentos y las bebidas como eje principal de la reunión.

Lo primero que os quiero decir es que se puede disfrutar y comer de “todo” pero con moderación y acorde a nuestra situación, incluyo los polvorones.

Se trata de disfrutar y no tener resacas digestivas para, después, encontrarnos mal. Las comidas ricas en grasas son más costosas de digerir (sobre todo las grasas saturadas). La grasas saturadas son aquellas que a temperatura ambiente de 20º son sólidas.

Las comidas ricas en sal facilitan la hipertensión y combinadas con alcohol pueden provocar la deshidratación.

Con el tema de los dulces, en estas fechas, también se pueden comer, no vamos a estar en una mesa siendo los raros del grupo, pero eso no significa que comamos con hambre emocional, con gula, sin mesura y sobrepasando nuestros límites como suele suceder con los alimentos ricos en azúcar. Ya os he contado en alguna ocasión que los azúcares y las grasas tienen centros de recompensa en el cerebro y nos producen dopamina que es placentera. Por este motivo el azúcar genera adicción, escucho a mucho gente decir: “es que el cuerpo necesita azúcar a veces, el cuerpo me lo pide”.

El cuerpo no pide nada, quien te lo está pidiendo es tu cerebro que desea una descarga de dopamina y si no se controla se convierte en una adicción.

Debemos saber que todos esos productos de harinas refinadas y azúcares se transforman en grasa en nuestro organismo. Los alimentos refinados facilitan su absorción y nos aportan menos nutrición. Por esta razón se aconseja moderar su consumo.

Por lo tanto se puede disfrutar perfectamente de la comida en estas fechas pero dentro de un orden y sin volverse loco.

No debemos olvidar nuestra actividad física. Ya sabéis que cuanto más ejercicio realicemos, nuestro organismo responde mejor a todos estos eventos. Se consigue, de esta forma, el  equilibrio energético mediante la realización de ejercicio y con comidas saludables y no haciendo ayunos ni dietas detox. Recurrimos a este tipo de dietas en situaciones muy concretas de contaminación e intoxicación.

¡Cuida tu alimentación en estas fechas!

 

 

 

CÓMO MEJORAR LA DIABETES

No es la primera vez que hablamos sobre la diabetes y no será la última que lo haga porque tiene gran repercusión en todo nuestro cuerpo y, lo más importante, es un enfermedad que podemos regular con nuestro estilo de vida.

La elección de alimentos adecuados y sanos junto con la actividad física se consideran parte fundamental en la prevención y el tratamiento para la diabetes.

Una pérdida de peso (grasa, no músculo) del 5 al 10% y realizar una actividad física moderada de, al menos, 150 minutos a la semana han demostrado, en diferentes estudios científicos, que se reduce en un 58% la incidencia de diabetes mellitus tipo II. Son cifras asombrosas y muy positivas.

En lo que se refiere a la alimentación, se debe vigilar que los hidratos de carbono que ingerimos en la dieta sean de absorción lenta, es decir, que, en la medida de lo posible, sean de menor carga glucémica como los cereales integrales y, ante todo, debemos evitar:

  • las frutas más azucaradas,
  • no tomar zumos naturales de fruta sino la fruta entera y con moderación,
  • evitar los refrescos y bebidas azucaradas y
  • reducir los niveles de grasas saturadas

Siguiendo estos consejos de alimentación y realizando ejercicio físico regularmente se disminuye el riesgo de sufrir diabetes tipo II y las personas que ya la padecen verán una mejoría importante en el estadio de su enfermedad.

Lo que sucede con los niveles de azúcar altos en sangre es que los vasos sanguíneos, que están en todo nuestro cuerpo y el sistema nervioso, se ven afectados. Los órganos más sensibles en esta enfermedad son los ojos y los riñones, por este motivo se recomienda a las personas diagnosticadas de diabetes mirarse el fondo del ojos y realizarse un análisis de orina para comprobar el estado del riñón. En cuanto al sistema nervioso, es habitual que los diabéticos pierdan sensibilidad en las piernas y los pies, por lo que cortarse bien las uñas de los pies o prestar atención cuando se ponen zapatos nuevos es una manera de prevenir heridas e infecciones.

Para terminar os quiero dejar un sencillo consejo, y es que las personas diabéticas conviene que realicen sus controles de glucosa sanguínea antes de dormir porque es uno de los momentos del día más importante ya que si se acuestan con niveles altos de azúcar en sangre estarán muchas horas expuestos a los efectos negativos del azúcar alto.

¡Cuidar o prevenir tu diabetes está en tu mano, cuídate!

 

INTOLERANCIA A LA LACTOSA

Hoy en día se percibe la sensación de que el gluten y la lactosa son nutrientes no muy favorables para la salud de las personas, es importante recalcar que son muy pocas las personas diagnosticadas como alérgicas o intolerantes a estos alimentos y, en mayor medida, lo que hay es un desconocimiento o incluso una moda.

En algún momento puntual o durante una temporada puede sentarnos mal la lactosa pero no significa que nos hayamos convertido en intolerantes para toda la vida, a veces tenemos una mala absorción o menor capacidad de digerir la lactosa por una causa secundaria y no primaria, es decir épocas de estrés, problemas emocionales, infección en el intestino delgado (virus, bacterias)  y pueden hacer que nuestra capacidad de digerir lactosa se reduzca.

La intolerancia a la lactosa es el síndrome de diarrea, dolor, flatulencia o hinchazón abdominal. Es cierto que la capacidad de generar lactasa (la enzima que ayuda a digerir el hidrato de carbono que es la lactosa) disminuye su capacidad después del destete materno. El europeo occidental de raza blanca tiene su capacidad de absorción de lactosa entorno de 75 al 85%.

La absorción insuficiente de lactosa se diagnostica de diferentes maneras:

1) prueba de hidrógeno en el aliento anormal

2) a través de una prueba de tolerancia a la lactosa.

Por lo tanto si la persona detecta que tiene diarrea, hinchazón, gasas y demás síntomas está totalmente justificado que se realice una de estas pruebas y con ello se diagnostica su intolerancia. A partir de este momento, la persona diagnosticada de intolerante debe realizar un cambio dietético.

Las personas que evitan los productos lácteos pueden necesitar suplementos de calcio y de vitamina D.

Una dieta completamente sin lactosa no es recomendable en personas con deficiencia de lactasa. Aquellos que la digieren mal pueden consumir cierta cantidad de lactosa (hasta 12 gramos al día) sin tener síntomas importantes.

Es importante no inducir nosotros mismos la intolerancia erradicando por completo este macronutriente.

Os recuerdo que el intestino se le conoce como el segundo cerebro y muchos problemas intestinales tienen un componente emocional como es: el estrés, la ansiedad o diferentes alteraciones neurológicas hacen que tengamos una disbiosis en nuestro tubo digestivo. Son muchísimos los casos en que los pacientes eliminan la lactosa, el gluten y muchos otros nutrientes de su dieta y no terminan de solucionar su problema intestinal.

 

VITAMINA B10 PABA

La vitamina B10 PABA, es una vitamina hidrosoluble, no es una vitamina que participe en diversas reacciones en el organismo, pero no por ello puedo dejar de hablar de ella. Es esencial en el metabolismo de algunas bacterias.

Es parte estructural del ácido fólico por lo tanto es necesaria su presencia en este metabolismo.

Participa en la regulación de la piel, ayuda en el vitíligo y manchas de la piel. Protege de las radiaciones ultravioletas del sol.

Algunos estudios apuntan que es preventivo en la aparición de las canas.

Unas vitaminas o micronutrientes tienen más relevancia en el organismo que otras, la vitamina B10 no tiene una variada actividad en el cuerpo pero no por ello despreciable. Al final en el equilibrio del metabolismo dinámico que es el cuerpo humano hacen falta todas las sustancias que forman parte de él, por lo tanto cuidar su presencia en nuestro organismo es cuidar de nuestra salud.

En cuanto a los alimentos que contienen vitamina B10 os mencionamos algunos como:

  • granos y legumbres integrales,
  • frutas,
  • hortalizas de hoja verde,
  • hígado y
  • carnes de aves.

¡No te olvides de ninguna vitamina, todas son necesarias!

HIPERTENSIÓN ARTERIAL, ENFERMEDAD VASCULAR

La hipertensión arterial es una presión elevada constante sobre las arterias y los vasos sanguíneos, se considera hipertensión cuando los valores están por encima de 140 mmHg la alta (presión sistólica) y la baja (presión diastólica) por encima de 90 mmHg. Los diabéticos y los pacientes con nefropatías (enfermedad renal) deben tener especial cuidado.

Como en casi todos los casos, en cuestiones de salud, el estilo de vida, las modificaciones dietéticas.. juegan un papel importante en la prevención primaria.

En EEUU una de cada tres personas tiene la presión arterial elevada. La hipertensión no tratada conduce a diversas enfermedades degenerativas como la insuficiencia cardíaca, enfermedad renal (nefropatía) y enfermedades vasculares periféricas, como lo son algunos casos de ictus.

El problema que tiene la hipertensión es que suele se asintomática, es decir es una enfermedad silenciosa hasta que se descubre y, hasta ese momento, hace daño al organismo.

La hipertensión tiene componente genético y componente ambiental. Donde podemos abordar y ayudar a nuestro organismo es en la parte ambiental: dietas ricas en sodio, el tabaquismo, la falta de ejercicio físico, pocas frutas y verduras, estrés, obesidad, etc. son algunas de las causas que favorecen la hipertensión. Debemos tener en cuenta que el mecanismo de la tensión arterial es un mecanismo muy complejo en el que interviene el sistema catecolaminérgico de origen renal.

Disminuir la ingesta de sodio (no sólo la sal con la que adicionamos la comida sino, snacks, embutidos…cargados de sal). Los diagnosticados de hipertensión no deben tomar más de 2.3 gramos de sal al día.

Recomendamos incrementar el consumo de frutas y verduras (de 5 a 10 unid al día), lácteos desnatados, disminuir las grasas saturadas y adecuar las calorías para un buen control del peso, además de incrementar la actividad física (reduce la presión arterial al favorecer la elasticidad de los vasos sanguíneos), disminuir la ingesta de alcohol, vigilar el buen consumo de potasio (estudios demuestran que buenos niveles de potasio equilibran el sodio).

Tener una ingesta adecuada de calcio, de magnesio y consumir ácidos grasos omega 3 tienen una acción indirecta pues son cardioprotectores.

¡Apúntate al Plan que cuida tu salud!