VITAMINA B6 PIRIDOXAL

El Piridoxal es la vitamina B6, una vitamina hidrosoluble y muy segura.

Es una vitamina del grupo B que participa en los diversos metabolismos energéticos y, por lo tanto, afecta a muchísimas áreas del organismo. Destaca su influencia en el cerebro, tiene acción correctora en diferentes trastornos como la atención, depresión… y ayuda a los neurotransmisores como la serotonina, dopamina, adrenalina, acetilcolina, etc.

Sufrir un déficit de esta vitamina dificulta al cerebro la capacidad de sintetizar serotonina que es un calmante natural en nuestro cerebro y se produce a través de la vitamina B6 y un aminoácido llamado triptófano. Sin estos dos precursores no sintetizamos serotonina.

Por la acción que tiene en los neurotransmisores es importante tener niveles adecuados en el plasma para una correcta salud mental.

La vitamina B6 es un anti radical libre, implicado en una gran variedad de alteraciones neuropsiquiatricas, algunas de las cuales están relacionadas con síntomas psicopatológicos y desórdenes del movimiento. En pacientes que sufren temblores es importante vigilar el aporte de B6.

El déficit de esta vitamina puede estar causado por consumir grandes cantidades de alcohol, tratamientos con cortisona, laxantes, anticonceptivos orales, hipotensores, tabaco, mala absorción intestinal, etc.

Al final todas las vitaminas son importantes y que estén en equilibrio en el plasma es crucial. También el exceso de alguna puede desplazar a otra, los nutrientes en el organismo compiten por su absorción y su transporte y es aquí donde reside la importancia de la dieta variada y equilibrada.

Consumir alimentos como el pollo, la carne de cerdo, el pescado, plátanos, alubias y productos de grano integral, hortalizas, nos aseguran un aporte adecuado de B6 Piridoxal. Por estas cuestiones se deben evitar los productos refinados como las harinas que en su refinamiento se desaprovechan y se pierdan nutrientes esenciales para nuestra salud.

Nuestra alimentación tiene mucho que decir sobre nuestra salud.

EJERCICIO FÍSICO COMO SEGURO DE VIDA

Practicar ejercicio físico de manera regular tiene unos beneficios para la salud ampliamente demostrados científicamente, además de llevar una dieta equilibrada.

La práctica regular de ejercicio nos aporta innumerables beneficios tanto físicos como psíquicos.

Disminuye los niveles de estrés mental, ansiedad, depresión, mejora la autoestima, lo que sucede en el cerebro con el ejercicio es una descarga hormonal que nos aporta bienestar y calma, nos hace sentirnos estables y equilibrados.

En lo referente al cuerpo no os descubro nada si os digo que disminuyen las enfermedades vasculares, los riesgos de cáncer, diabetes, osteoporosis y mucho más.

Si el ejercicio físico es tan beneficioso y es sabido por todo el mundo, ¿por qué hay muchas personas que no lo practican?

La clave del ejercicio es practicar la actividad que nos gusta, ya sea bailar.., todas valen, (patinar, bicicleta, actividades con balón, nadar.etc.).  Realmente practicar ejercicio puede ser realmente económico, y modula la parte ambiental en nuestra salud que es determinante.

LA GENÉTICA CARGA EL ARMA PERO EL ESTILO DE VIDA TIRA DEL GATILLO

Recordar, adultos como mínimos 150 minutos de actividad de moderada a vigorosa y los niños 60 minutos de actividad vigorosa sirios.

Pocas son la herramientas que nos preservan tanto la salud y previenen de enfermedades, como el ejercicio físico.

¡Actívate!

CONTAMINACIÓN AMBIENTAL Y NUTRICIÓN

Con la llegada de la industrialización y la evolución social que hemos tenido en las últimas décadas la contaminación ambiental ha crecido exponencialmente, según la OMS (organización mundial de la salud) es la causa de numerosos problemas cardíacos y respiratorios, con consecuencias de mortalidad.

La exposición a partículas contaminantes como el óxido nitroso (NO2), ozono (O3) y las partículas en suspensión, hacen comprometer la salud de los seres humanos.

Con la nutrición (una dieta sana y equilibrada) podemos paliar los efectos negativos y adversos que sufrimos de la contaminación.

Los estudios demuestran que la dieta rica en frutas, verduras, legumbres, cereales de grano integral, el aceite de oliva y el pescado son alimentos antioxidantes y antiinflamatorios y todos ellos los encontramos en nuestra dieta mediterránea.

Según el hospital clínico de Barcelona por obra de Ramón Estruch, se llega a reducir en un 30% las complicaciones cardiovasculares. La clave está en la acción antioxidante y antiinflamatoria de algunos alimentos de nuestra dieta mediterránea. Previenen y reducen los daños que la polución causa en nuestro organismo.

Los alimentos antioxidantes ayudan a mantener controlados los radicales libres que produce la oxidación y los alimentos antiinflamatorios modulan la respuesta inmunológica, favoreciendo la homeostasis (equilibrio metabólico).

  • Alimentos ricos en polifenoles como el Té, Cacao, Legumbres, Tomates, Cebollas, Pimientos, etc. protegen nuestras células del proceso de oxidación.
  • Vitaminas antioxidantes por excelencia son la vitamina C y la vitamina E,
  • Alimentos antiinflamatorios son los que contienen grasa de pescado (omega 3) y
  • Grasas poliinsaturadas encontradas en los frutos secos y las semillas.

Por lo tanto una dieta mediterránea equilibrada y variada nos asegura tener buenas sustancias en el organismo para combatir la contaminación ambiental.

Recordar que el concepto de dieta mediterránea lleva implícito la realización de ejercicio físico de manera regular. Según la OMS los adultos deben realizar 150 minutos de actividad de moderada a la semana y los niños 60 minutos de actividad vigorosa al día.

 

 

 

 

HERRAMIENTAS PARA COMBATIR EL ESTRÉS

“La vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia”

El estrés, hoy día, afecta a una gran parte de la población, existe el estrés agudo, estrés crónico, físico, emocional… Nuestro organismo responde ante esta demanda y tiene respuestas hormonales a través de neurotransmisores, etc.

Los datos de las investigaciones muestran un incremento notable en el uso del sistema de salud en momentos de estrés. Es un factor importante en muchas enfermedades, desde dolores de cabeza a enfermedades cardiacas, deficiencias inmunológicas o problemas digestivos.

Tenemos tres fases cuando padecemos estrés:

  • fase de alarma,
  • de resistencia y
  • de agotamiento.

En la fase de alarma nuestras glándulas adrenales, que se encuentran en los riñones, segregan adrenalina y noradrenalina que nos prepara para una acción inmediata.

En la fase de resistencia, si la situación persiste, se activa una vía neuroendocrina que se expresa por la secreción de corticoides a partir del hipotálamo y libera un polipéptido llamado factor liberador de corticotropina (CRF). Se desencadenan una serie de reacciones endocrinas que actúan como tranquilizante tisular, potencia la tolerancia con el agente agresor. Son pues, hormonas con valor adaptativo y restaurador. La fase de resistencia no puede sostenerse por tiempo indefinido.

Fase de agotamiento: no estamos diseñados para soportar estrés de manera constante; cuanto más tiempo nos exponemos a él, menos capacidad de soportarlo tendremos. Si los nutrientes necesarios para la síntesis de estas hormonas suprarrenales no se aportan en la dieta en las cantidades necesarias, el organismo no puede combatir de manera eficaz el estrés.

Las médulas adrenales se agotan y dejan de producir las hormonas que nos ayudan a combatir el estrés.

Los Nutrientes aliados en la fisiología del estrés:

La vitamina B5 o ácido pantoténico: Mejora las reacciones frente al estrés, aumenta la resistencia a la fatiga. Previene el aumento de cortisol frente a situaciones de fuerte estrés.

Es interesante tomar un suplemento de esta vitamina aliada en personas que sufren estrés físico y emocional.

Las vitaminas del grupo B (hidrosolubles) son necesarias para combatir el estrés, la vitamina C ayuda en la función adrenal y disminuye los niveles elevados de cortisol. La fisiología del estrés aumenta nuestra demanda por esta vitamina “antioxidante”. El magnesio tiene un efecto profundo sobre la excitabilidad neuronal, aminoácidos como L-Tirosina, L-Teanina, GABA, están involucrados en la función neurológica y son esenciales para la estabilidad mental. Un ejemplo claro es que para que haya Serotonina en el cerebro, que es un calmante natural, se necesita triptófano y vitamina B6 (Piridoxal).

Por lo tanto, a través de los nutrientes de nuestra dieta se puede abordar la fisiología del estrés y apoyar a nuestro organismo a combatirlo “para sentirnos mejor”.

 

DIABETES MELLITUS TIPO II

Diabetes Mellitus tipo II

En esta entrada del blog os quiero hablar de esta enfermedad que cada vez afecta a más personas y sin embargo, en gran parte de los casos, se puede prevenir.

Existen dos tipos de Diabetes tipo I y tipo II (también existe la diabetes gestacional y otros estadios), la diabetes tipo II que es la diabetes que sufren la mayoría las personas, tiene una relación “directa” con el exceso de grasa corporal.

La insulina es una hormona que secreta el páncreas (función endocrina) para retirar la glucosa de la sangre, la grasa hace “resistencia” a la insulina y el páncreas necesita trabajar más para cubrir las necesidades, lo que acaba sucediendo en la diabetes es que las células beta en el páncreas se agotan y se mueren.

Es tan exponencial el crecimiento de la diabetes tipo II que se está utilizando el término “diabesidad” para reunir diabetes con obesidad.

Esta enfermedad es prevenible, en la mayoría de los casos, pues tiene una relación directa con nuestro estilo de vida (sedentarismo, dieta, ejercicio, etc.).

Saber qué alimentos debemos tomar cuando sufrimos una diabetes es “esencial” pues de ello depende que tengamos una diabetes controlada o, por el contrario, ésta nos derive hacia otras enfermedades vasculares y nerviosas. Debemos recordar que el azúcar elevado en la sangre afecta a los vasos sanguíneos y a los nervios, por este motivo los afectados de diabetes deben hacerse pruebas oculares una vez al año para ver el fondo del ojo o pruebas renales para ver que todo está controlado (entre otro tipo de controles).

En nuestra alimentación existen los hidratos de carbono que son necesarios para aportarnos la energía y la glucosa necesaria para el normal funcionamiento del cuerpo, pero la absorción y la carga gluceimizante que poseen es diferente y es ahí donde un diabético tiene que prestar atención, pues de ello depende su bienestar y la progresión de su enfermedad.

Por lo tanto tener unos buenos niveles de porcentaje de grasa corporal es “fundamental” tanto en la prevención como en la enfermedad, realizar ejercicio físico, alimentarnos de manera natural y equilibrada (descartando bebidas azucaradas, grasas saturadas, los productos envasados y refinados) nos ayudará a prevenir esta enfermedad o a mejorar nuestra salud cuando padecemos la enfermedad.

La diabetes tipo II es una enfermedad “manejable”

 

VITAMINIA B3 O NIACINA

La vitamina B3 tiene dos formas químicas, Niacinamida y Niacina. Esta última, la Niacina, es la más conocida en medicina para ayudar a disminuir los niveles de colesterol y mejorar el perfil lipídico.

Ingerir la Niacina, en nuestra dieta, junto con la grasa del pescado es más efectiva, tiene muchísimos beneficios sobre los marcadores vasculares.

Mejora el metabolismo energético aeróbico, aumenta la capacidad de regeneración celular, previene el envejecimiento de la piel, protege contra el declive cognitivo y posee una gran actividad sobre el sistema nervioso central.

Es interesante suplementarla en la alimentación en personas que tienen elevados niveles de lípidos en sangre (grasa), en patologías con alteración de los vasos sanguíneos, mal absorción del intestino delgado, etc.

Si sentimos rojez en la cara y calor es normal por su acción vasodilatadora. Es interesante ingerir agua para paliar ese efecto.

Alimentos que contienen Niacina: cacahuetes, atún, pollo, jamón serrano, etc.

En una dieta variada y equilibrada nuestros niveles de Niacina serán normales, si por causas existe déficit sería interesante suplementarla en nuestra alimentación, es una vitamina hidrosoluble como todas las del grupo B y, por lo tanto, muy segura pues el exceso de esta sustancia en nuestro organismo se expulsa a través de la orina con total seguridad.

Tener unos buenos niveles de vitaminas y de minerales en nuestro organismo ayuda a que todo nuestro sistema funcione con normalidad, estas sustancias en nutrición se las conoce como “nutrientes” que son claves en el normal funcionamiento de la fisiología de nuestro organismo, para que se puedan producir los procesos con normalidad.

A veces prevenir enfermedades como la trombosis, infartos y enfermedades vasculares tienen una causa “directa” con nuestra manera de alimentarnos. Es inevitable decir que somos lo que comemos.

ALIMENTOS SACIANTES

Los alimentos tienen características diferentes unos a otros, no sólo por sus propiedades nutritivas, que varían, sino por su capacidad de digestión.

Según las necesidades de las personas, ya sean deportistas, estudiantes o atraviesen la menopausia, pueden optar por un tipo de alimentación u otro en función de sus necesidades ya que la alimentación es muy adaptable a la situación personal (salud, enfermedad o etapa de la vida).

En cuestiones de sobrepeso y obesidad es interesante ingerir alimentos frescos, sanos y saludables y descartar los productos refinados y procesados.

Es importante ingerir alimentos ricos en fibras, alimentos integrales (arroces, pastas, pan) junto con legumbres, verduras, hortalizas… porque añaden un poder saciante, la digestión es más lenta (por lo tanto consume más energía y ayuda a perder peso).

Estos alimentos saciantes nos aportan fibras alimenticias que son un buen sustrato para nuestra flora intestinal, tan importante para nuestra salud.

Este tipo de fibras a nuestro paso por el intestino arrastran grasa y se expulsa en las heces y, como consecuencia, absorbemos menos grasa, (micelas).

Consumir alimentos integrales, legumbres y verduras nos aportan más nutrientes para nuestro organismo, fibras para la salud de nuestra flora intestinal y, además, conseguimos un efecto saciante, frente a los alimentos procesados, ricos en grasas y azúcares y menos nutrientes.

 

LA VUELTA AL COLE

Llegado el mes de septiembre y con el verano casi terminado toca volver a la rutina, las vacaciones son el periodo del año que utilizamos para descansar y disfrutar, es cierto que en estos días, o los más afortunados, semanas cambiamos nuestros hábitos habituales.

Si durante este periodo hemos disminuido nuestra cantidad de ejercicio, hemos bebido algo más de alcohol de lo habitual, hemos realizado comidas más calóricas, lo mejor para volver a regular nuestro organismo es no hacer cambios drásticos, sino paulatinamente volver a la normalidad, regulando nuestras comidas (que sean variadas y equilibradas) y usar la práctica del ejercicio físico como agente regulador de excesos que hayamos podido realizar en este periodo.

Realizar “dietas milagro” que no existen pero se venden muy bien, realizar ayunos intermitentes que están de moda, o cualquier otra práctica estricta lo que consigue es poner a nuestro organismo en una situación comprometida. El organismo necesita proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables para llevar a cabo sus funciones de una manera normal, hacerlo de manera equilibrada es la clave para mantener nuestra salud. La dieta de la piña, el melocotón o cualquier otro disparate lo único que hace es alterar nuestro metabolismo y fomentar un organismo ahorrador, es decir que fabriquemos más grasa.

Por lo tanto, el ejercicio físico y comer de manera equilibrada cinco veces al día es la clave para volver a la normalidad después de nuestro periodo de vacaciones.

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VITAMINA B2 RIBOFLAVINA

La vitamina B2 se conoce como la Riboflavina es una vitamina hidrosoluble, quiere decir que no se almacena en nuestro cuerpo en las grasas y, por tanto, el exceso se expulsa en la orina, es totalmente segura.

Está implicada en diferentes metabolismos como lo son los hidratos de carbono, en el metabolismo de las proteínas y en sistemas respiratorios mitocondriales.

Al estar implicada en el funcionamiento de las mitocondrias celulares tiene una relación con todo el cuerpo de manera positiva si sus niveles son adecuados y perjudiciales si hay desequilibrio.

Esta vitamina amiga ayuda a proteger nuestro organismo tanto del desgaste del oxígeno como de los radicales libres. También nos ayuda a mejorar la capacidad de trasferir el oxígeno en nuestras células. Además tiene un papel importante en la obtención de la energía a través de los hidratos de carbono.

Se utiliza en personas que sufren migrañas pues ayuda a su prevención. Pacientes que sufren trombosis deben vigilar la ingesta de esta vitamina en su dieta pues la trombosis va acompañada de déficit de B2.

Al final el organismo, que es una sustancia en equilibrio dinámico, necesita de estas sustancias para funcionar con normalidad:

  • vitaminas,
  • minerales,
  • grasas,
  • proteínas,
  • hidratos de carbono
  • agua

Todos estos elementos tienen una función específica y cuando sus niveles son los adecuados se manifiesta en nuestro estado de salud.

Recordar que cualquier sustancia es potencialmente tóxica en exceso, incluso el agua o por el contrario su déficit nos produce una alteración y un desequilibrio en nuestra salud, de ahí la importancia de tener una dieta equilibrada y variada, la nutrición tiene una relación directa con nuestra salud y con el progreso de la enfermedad.

Algunos de los alimentos que contienen vitamina B2 son: Hígado, quesos, almendras, sardinas, champiñones y setas, huevos, yogur, lentejas, etc.

Como veis está en diferentes y muy diversos alimentos.

Cuidar de nuestra alimentación es cuidar de nuestra salud y encontrarnos mejor.

MINDFUL EATING

Mindful Eating es una expresión inglesa que hace referencia a “comida consciente” o “comer de manera consciente” (la dieta que no parece dieta).

El ser humano realiza ingestas de comida por cuestiones de supervivencia, ingerimos alimentos por cuestiones energéticas y para aportar a nuestro organismo sustancias y nutrientes que son necesarias en nuestros procesos metabólicos y para nuestro mantenimiento. Lo hacemos desde el momento en que nacemos y seguimos haciéndolo hasta el último día de nuestra vida.

Cuando nos sentamos en la mesa para comer, muchas veces lo hacemos de manera automática, ingerimos los alimentos como un acto cotidiano necesario. El concepto de Mindful Eating, comer de manera consciente, nos invita a que utilicemos nuestros sentidos a la hora de comer, es decir, que prestemos atención a los aromas de la comida, las texturas, la temperatura… Este término inglés busca que seamos más conscientes del acto de ingerir los alimentos. Esto nos ayuda a disfrutar más de los alimentos y a que comamos menos.

Comer de manera consciente, prestando atención a los sentidos mientras comemos consigue que nos relajemos y disfrutemos de ello, pero no sólo queda ahí su beneficio. El mecanismo de la saciedad sucede en el cerebro a través de ciertas hormonas, está involucrado el nervio vago que pasa por el estómago y demás mecanismos, estos mecanismos tardan un tiempo en parecer, es decir, si comemos de manera tranquila aparecerá antes la sensación de saciedad e ingeriremos menos alimentos que si comemos deprisa.

La digestión como ya sabéis empieza en la boca, en los procesos de masticación, de salivación donde ya se mezcla el bolo alimenticio de enzimas y empiezan a digerirse, por este motivo es interesante comer despacio.

Por lo tanto aplicar el concepto inglés de comer consciente es un concepto interesante que consigue que disfrutemos más, nos sienten mejor los alimentos y que prestemos atención a un acto tan importante como lo es nuestra manera de alimentarnos.

¿Habéis probado alguna vez a comer sin ver televisión, en silencio, prestando atención a los sentidos?